Toquero ha presentado el proyecto junto a los concejales Fernando Ferrer y Zeus Pérez
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El ayuntamiento de Tudela trabaja en la redacción y concreción de una ordenanza que mejore la convivencia entre la ciudadanía y que sancionará aquellos comportamientos incívicos y que ocasionen daños en mobiliario y espacios públicos y, que sin ser constitutivas de delito, no pueden ser sancionadas administrativamente por falta de regulación.

El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ha explicado que el equipo de gobierno lleva trabajando 5 meses en esta cuestión, analizando las quejas y reclamaciones de los ciudadanos junto a los agentes de la Policía Municipal. El objetivo es poder dar una respuesta a situaciones que, ha dicho, «alteran la tranquilidad de una ciudad y que requieren una actuación por parte del ayuntamiento para garantizar la normal convivencia entre vecinos y sirva de herramienta para abordar una problemática que hasta ahora no pueden corregirse al no estar tipificadas como infracciones administrativas con el objetivo de preservar el espacio público como lugar de convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollarse en libertad en actividades de ocio y recreo pero con respeto a la dignidad y derechos a los demás».

La ordenanza será de aplicación en todos los espacios públicos de la ciudad pero también en los privados, ha advertido Toquero, «cuando desde ellos se desarrollen conductas y actividades que afecten de manera negativa a la convivencia».

Los ámbitos de actuación sobre los que se trabaja, ha avanzado Toquero, son cuestiones como el botellón cuando ocasionan molestias y perturban la convivencia con los vecinos, actos de deterioro de equipamientos y servicios públicos, maltrato y agresiones a animales, arrojar basuras y residuos a la vía y espacios públicos, etc.

La nueva ordenanza establecerá diversas multas económicas en función de la gravedad de los hechos que se sancionen. No obstante, ha añadido el alcalde, éstas multas podrán ser sustituidas por actividades sociales comunitarias y trabajos por la ciudad que sean de interés social y aporten un valor educativo a la persona sancionada para que comprenda la gravedad de los hechos que ha cometido así como las posibles consecuencias de los mismos.

Para poder detectar ámbitos de convivencia en los que sería necesario intervenir, el ayuntamiento ha iniciado un proceso participativo de consulta previa a la ciudadanía este mes noviembre y poder sacar adelante la ordenanza en el pleno del próximo mes de febrero para que entre en vigor en abril, tras la publicación de la misma en el Boletín Oficial de Navarra.

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