Jaume Balagueró, sorprendió a todos con Darkness, y con la cinta de terror REC, obtuvo el éxito y el reconocimiento. Ahora, se atreve con una película sobre un atraco perfecto, donde nos evoca a la saga Ocean. En esta ocasión, un grupo de buscadores de tesoros, decide recuperar una pieza custodiada en el Banco de España, con la final del Mundial de fútbol de 2010, como telón de fondo. El film lo protagonizan: Freddie Highmore, Astrid Bergés- Frisbey, Liam Cunningham, José Coronado, Luis Tosar.
Unos buscadores de tesoros liderados por el patrón del barco, Walter (Liam Cunningham), ayudado por el buceador James (Sam Riley), y otros tres compañeros: Lorraine (Astrid Bergés- Frisbey), Klaus (Axel Stein), y Simon (Luis Tosar), acaban de encontrar el mapa de un tesoro del pirata inglés Francis Drake. Sin embargo, en ese instante, aparece la policía española, confiscando el botín. El tesoro será depositado en la cámara acorazada del Banco de España en Madrid, durante diez días, y luego será trasladado.
Walter se resiste a perder su hallazgo, planea robar el tesoro del Banco, cuya cámara es inexpugnable, ya que fue construida hace más de cien años y no existen planos. El banco lo custodia, Gustavo (José Coronado), un obseso de la seguridad, que vive exclusivamente para su trabajo. Para acometer el robo, Walter contrata a un brillante joven ingeniero Thom (Freddie Highmore), para que averigüe como adentrarse en el interior del banco, y todo ello con el obstáculo de la gente en la calle, ya que España camina hacia la final del Mundial.
El director de Mientras duermes, maneja con su habitual solvencia, el empleo de la cámara, el manejo de los tiempos, contrastando la pasión por el fútbol (España logrará su Mundial con el gol de Iniesta), con el dinamismo efectista de los preparativos del golpe. En el film de Balagueró están todos los clichés del género: un tesoro valioso, cámara a prueba de robos, un grupo de expertos, el agrio enemigo, en este caso el jefe de seguridad. Es cierto que no vemos nada nuevo en este subgénero, y que el final flojea en su desarrollo, junto a un inequívoco desenlace. Sin embargo, el objetivo del director de la fallida Musa, es entretener al espectador y lo consigue sobradamente.
Entre los protagonistas, destacan un sobrio Liam Cunningham, una misteriosa Astrid Bergés- Liney, y Luis Tosar, demostrando su capacidad camaleónica para meterse en cualquier papel, seguido por un José Coronado, que parece haberse tragado un cubo de vinagre.
Jaume Balagueró cambia el género de terror por el cine de atracos, logrando un buen entretenimiento. Confiemos que el director leridano, siga adentrándose en otros géneros en busca de nuevos tesoros.