Verónica Gormedino afronta este verano con ilusión después de que el pasado año todas las ganas que había puesto para dar una vuelta a las Fiestas de Tudela se topasen con el muro infranqueable de la pandemia. No son las fiestas que todos queremos y que nos gustan, reconoce, pero está ilusionada por sacar adelante una programación que va a permitir a los tudelanos y visitantes disfrutar del verano y a decenas de familias volver a trabajar detrás y encima de los escenarios.
¿Cómo vive la concejala de Festejos del ayuntamiento de Tudela que por segundo año consecutivo la ciudad se quede sin sus fiestas?
Un año más con pena pero de una manera totalmente diferente al año pasado. No va a haber cohete, no va a haber procesión, no va a haber Revoltosa, encierros, esas cosas que tanto nos gustan a los tudelanos y tudelanas, pero hemos tratado de reinventar todos los actos que se ha podido. Creo que hemos sido ambiciosos. Hemos pensado en actividades para todas las edades, para todos los públicos y de todos los estilos musicales con muchas actuaciones locales.
Estoy contenta con el programa. Se ha hecho con mucha ilusión por parte del área de Festejos, de mis compañeros en el ayuntamiento pero también por parte de todas las personas que van a colaborar, a las que dices que las cosas no pueden ser y son capaces de darle la vuelta y reinventarlas para que sean posibles.
¿Cuál ha sido el objetivo con el que por un lado se suspenden las fiestas pero por otro se prepara una programación de actividades alternativas?
Ver a la gente disfrutar y apoyar actividades que dan de comer a muchas familias. Todas las áreas del ayuntamiento han seguido de una manera u otra con su actividad mientras que la puerta de la concejalía de Festejos tenía que decir que no a un montón de profesionales que venían porque necesitaban trabajar. Ellos han sido los primeros en entender que no podíamos hacer nada cuando no se podía, pero es que ahora sí se puede y todo lo que me dejen lo voy a hacer y lo voy a pelear. Primero para que haya actividad con los grupos locales y favorecer a artistas, gente del espectáculo, toreo, humor y arroparlos con grupos de relevancia nacional.
Toros, música, teatro, ¿qué acto le ha hecho especial ilusión poder llevar a cabo?
Llevar la música a las residencias de Tudela. Es algo que, reconozco, propuse con miedo, porque no sabía cuál iba a ser la respuesta pero la acogida que ha habido por parte de los directores de las ha sido estupenda. De este modo, el día 5 de agosto todas las residencias tendrán una orquesta, Kimbamba irá a Torre Monreal y al Club de Jubilados La Ribera y Musas a las residencias Nuestra Señora de Gracia y la Real Casa de Misericordia.
¿En qué condiciones se van a desarrollar estos espectáculos?
Hemos trabajado en un plan de seguridad que hemos presentado al Gobierno de Navarra justificando accesos, salidas, medidas de desinfección. Apostamos por espacios al aire en recintos cerrados para controlar el acceso del público como Castel-Ruiz, Colegio Elvira España y Plaza de Toros.
¿Cómo valora que desde el Gobierno de Navarra diga que no haya fiestas pero por otro lado se permitan vaquillas o comidas populares?
Me sorprendió. Creo que es una decisión tomada de manera unilateral, sin consultar con la Federación de Municipios y Concejos y creo que de manera improvisada. Además llega cuando la mayoría de las localidades ya tenemos organizados nuestros actos. Todo lo que hemos sacado adelante no se hace de la noche a la mañana. Tudela empieza sus actos el día 16 de julio y no nos pueden decir el día 2 de julio que podemos hacer encierros porque, por ejemplo, es necesario contratar a 30 personas solo para montar el recorrido. Nosotros, por ejemplo, hemos tenido que renunciar a los fuegos artificiales para evitar que se produzcan aglomeraciones de gente pero ahora vemos que se permiten encierros que también provocan aglomeraciones de gente. Simplemente creo que la decisión llegó tarde.
¿Qué mensaje hay que trasladar a la ciudadanía?
Todos tenemos muchas ganas de disfrutar, yo la primera, pero hay que hacerlo todavía con mucha responsabilidad. Empezamos a ver la luz y todos estamos mucho mejor, pero todavía nos queda mucho que pelear si queremos que las fiestas de 2022 sean únicas e inolvidables. No tenemos que meter la para y comportarnos. Creo que en Tudela lo hemos demostrado con las fiestas de San Juan y con las de San Pedro. Han sido diferentes y se han hecho de otra manera. Pero los escenarios se han llenado, lo que demuestra que la gente tiene ganas, que está concienciada y, sobre todo, qué es responsable. Doy por hecho que el comportamiento va a ser excepcional.