José Miguel Goñi Garrido, concejal del Festejos del Ayuntamiento de Marcilla, quiere recuperar las fiestas con todo su esplendor tras suspenderse en los dos últimos años por la pandemia Covid 19 y, para ello, apuesta por dar más cantidad y calidad a los actos que se organicen.
La normalidad poco a poco se va instaurando, pese a que permanece la Covid19, ¿Con ganas de organizar fiestas en Marcilla como antes de la pandemia?
Muchas ganas. El año pasado hicimos un programa que parecían fiestas, pero no lo eran. Ahora viene la de verdad, y es cierto que tengo muchas ganas de poder hacer realidad las ideas con las que entré en el ayuntamiento.
¿Cómo ha vivido usted personal y como concejal de Festejos estos años?
Han sido muy duros. Lo primero, por lo que ha supuesto la pandemia para todos. Pero, además, como concejal, sientes una gran frustración porque te ves impotente, que pasa el tiempo, y no puedes contribuir a dar alegría ante tantos momentos duros.
Supongo que es tiempo de recuperar el tiempo perdido, ¿se avecinan programaciones festivas más especiales este 2022?
Vamos a intentar ofrecer más cantidad y calidad, pero lo cierto es que el presupuesto da para lo que da, y tenemos que tener los pies en el suelo y no perder la cabeza, porque las prioridades para un ayuntamiento como el de Marcilla siguen siendo los servicios, las personas, el empleo, la educación y el bienestar.
¿Qué tienen las fiestas de Marcilla que las diferencian de las de otras localidades?
Las peñas o cuadrillas. En Marcilla hay muchas, con mucha identidad, diferenciadas, pero unidas por nuestro pueblo. Son el corazón y el motor de la fiesta. Y el mejor ejemplo es cómo se involucran en los actos del programa.
Y los colectivos musicales y folclóricos locales, ¿qué aportan a las fiestas?
Marcilla es música, y es cultura y alegría. El ambiente de calle lo impregna todo, las fiestas y las gentes son abiertas, y la música es fundamental. No es una casualidad que en Marcilla haya tres bandas, una charanga, gaiteros, grupos de rock, orquestas, coro, auroros, rondalla, joteros… y me dejo entidades.
¿Colaboran las peñas y los colectivos de Marcilla con usted en la elaboración de las programaciones festivas?
Mucho. A veces escucho a otros concejales de localidades cercanas cómo tienen que andar con la brigada municipal para sacar adelante todo, y veo que somos distintos. Aquí las cuadrillas siempre han organizado almuerzos, la rabiosa, han apoyado con los encierros, las trashumancias, el concurso de calderetes o el de paellas… sin olvidarnos del Felpudas Festival o cómo se vuelcan el día de las peñas. Eso se ve en la calle, en el día a día… y en el colorido de las blusas y la variedad de los escudos que identifican a cada cuadrilla.
¿Qué puede decirnos de las Fiestas de San Bartolomé?
Son unas fiestas especiales, porque en Marcilla celebramos también a San Agustín, y el preludio son las fiestas pequeñas a principios de agosto en honor a la Virgen del Plú. Agosto en Marcilla es alegría, color, calle y fiesta. Son fiestas de vacas, conciertos, estar con la familia, amigos… pero además, son las fiestas del pueblo de uno, y ese arraigo a la tierra hace que sean especiales.
“La Feria del Ganado nos hace sentir que somos un pueblo con historia y un rico patrimonio”
¿Y las de la juventud y ferias?
Esas fiestas, como son más breves en duración, son más intensas. Yo creo que la gente las exprime más. La juventud es la primavera, el color, la luz, y las ganas de diversión. Y la feria es tradición centenaria. Es un legado de siglos en Marcilla que hemos recogido y que tenemos la obligación de dejar a las generaciones futuras. La feria es especial por su sabor, por la cantidad de gente que congrega, por el renombre que da a nuestro pueblo y porque nos hace sentir que somos un pueblo con historia y un rico patrimonio.
El carnaval de Marcilla también tiene un nivel muy alto, ¿Son conscientes de ello los vecinos?
El Carnaval, tras su recuperación en los años ochenta, es un referente festivo que permite lucir desfiles, montajes y hacer comunidad y pueblo. En Marcilla se celebraba el carnaval durante décadas, hasta su prohibición en los años cuarenta, y su recuperación hizo que la gente lo acogiera con muchas ganas. La verdad es que es una fiesta muy nuestra.
Por otra parte, ¿Qué tal es la relación entre los ganaderos de reses bravas de Marcilla con usted en particular y con el Ayuntamiento en general?
Marcilla es muy taurina, y se comprueba al ver el número de ganaderías que tenemos en el pueblo. Desde el Ayuntamiento apoyamos los espectáculos taurinos y de este modo, también a nuestros ganaderos. La relación siempre es buena. Lógicamente, nosotros defendemos los intereses generales y ellos los suyos, pero eso no supone ningún problema porque lo importante para todos es que la gente disfrute de los encierros. Esta legislatura, además, hemos organizado plaza portátil en agosto y octubre de 2021, y con eso les hemos demostrado todo nuestro apoyo, porque sabemos que los ganaderos lo han pasado muy mal con el Covid.
“Ser concejal es gratificante porque ayudas a favorecer el desarrollo de tu pueblo”
¿Qué le está aportando esta experiencia de concejal de Festejos?
Tenía muchas expectativas y entré con mucha ilusión, pero la pandemia me dejó muy frío. En todo caso, creo que todos los vecinos deberían pasar por el ayuntamiento alguna vez para comprobar cómo se trabaja, cuánto se trabaja y no se ve, y cómo funciona la administración con el dinero de todos. En este sentido, creo que la experiencia es muy gratificante, porque ves que trabajas no sólo en festejos, y ves cómo se concretan las cosas, cómo favoreces el desarrollo de tu pueblo, a pesar de que la legislatura está siendo especialmente dura en el plano político, con una oposición que no aporta ni colabora, y en el plano personal, con la pandemia.
¿Con ganas de seguir en el cargo la próxima legislatura, si se dan las circunstancias?
Es muy pronto, aunque falta menos de un año de legislatura, para decidir qué hacer. Ahora mismo sólo me importa que lo que me queda por hacer salga bien, y que la gente se vea contenta.
Unas fiestas con cariño
¿Quiere añadir algo más?
Únicamente que vamos a preparar unas fiestas con mucho cariño, con un programa en el que quepan todos: los mayores, porque se lo han ganado; los niños, porque son el futuro; y los jóvenes y entreverados, porque se lo merecen. Todos las esperan con muchas ganas, y sólo pido que todo salga bien y que el programa sea el eje vertebrador de unas fiestas que cada uno se las construye para sí mismo.