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La Escuela de Txistu de Tudela ha reunido en una exposición que puede verse en la sala de exposiciones de Caixabank en la calle Gaztambide Carrera hasta el 31 de agosto una colección de fotografías que recorren la historia del txistu y su aportación a las celebraciones festivas de la capital ribera.
La muestra recopila una treintena de fotografías antiguas reunidas por Goyo Villar y Juan Carlos Goyenche en su mayoría procedentes del archivo de la familia Bea cuya vinculación con este instrumento fue especialmente activa en la década de los años 40 del siglo XX. También hay instantáneas cedidas para la exposición por el Archivo Municipal y por Enrique Muñoz.
La colección no solo es un testimonio de la presencia activa del txistu en la vida de Tudela, también ha servido para rescatar los nombres de varios tudelanos que se encargaron de conservar y divulgar la música de este instrumento desde finales del S. XIX hasta nuestros días. Historias curiosas como la de Lekue, un peculiar vizcaíno afincado en Tudela que alegraba con su música la vida de la ciudad en la postguerra al que los hermanos Marín, Julian, Isidro y Luis Mª, ayudaron organizando una colecta cuando éste perdió o alguien le robó su instrumento, relata JUlio Vidorreta, responsable de la escuela de txistu de Tudela y uno de los coordinadores de la muestra.
Otros nombres propios de la exposición son los de Aquilino Gascón, que se encargó de enseñar este instrumento a los hermanos Bea, otros de los grandes divulgadores de la música de txistu en la capital ribera y que llegaron a liderar una banda de txistus completa. También se resalta la aportación de otros colectivos como la peña Los Bocheros que animaban las fiestas con una fanfarre en la que tampoco faltaba el txistu. Imágenes del Mercadal en fiestas ambientadas por la música de este instrumento popular o de la Carrera, en el colegios de Jesuitas o en las fiestas de Santa Ana son otros de los testimonios que resaltan la importante presencia de la música de txistu en las celebraciones de Tudela. «Siempre ha habido algún particular o grupo que ha mantenido viva la presencia del txistu en Tudela. el Grupo Municipal de Danzas, Anayak, Erriberako Taldea, Erriberako txistulariak y la Escuela de Txistu, con la diferencia de que ésta surge con el fin no sólo de tocar si no, principalmente de dar a conocer el txistu y enseñar de forma gratuita y sin compromiso a todo aquel que quiera pertenecer a ella», resalta Vidorreta.
Este colectivo, comenta su responsable, cuenta con al actualidad con 25 personas que realizan una intensa actividad. «En los últimos 6 ó 7 años por aquí han pasado unas 60-70 personas y, semanalmente, nos juntamos en la Peña Beterri de forma presencial unos 15-20 personas además de un importante número que mantiene una vinculación y contacto con nosotros a través del correo electrónico y están al tanto de nuestras actividades. El próximo mes de agosto volveremos a abrir la matrícula del curso para todas aquellas personas que quieran animarse a aprender a tocar este instrumento», recuerda Vidorreta.
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