La comparsa Perrinche Premio Quiosco de Oro 2023
La comparsa reconocida con el premio Quiosco de Oro de la Revolvedera
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La Comparsa Perrinche será la protagonista del Premio Quiosco de Oro que concede la Peña La Revolvedera a aquellas entidades que destacan por su trabajo a favor de la juventud de Tudela.

El joven David Vera, es miembro de la comparsa y a sus 20 años es el responsable de ensayos de la escuela que se ha creado en torno a la misma y en la que aprenden a bailar gigantes una treintena de chavales.

Reconocimiento al esfuerzo

Asegura que el premio Quiosco de Oro «es el reconocimiento al esfuerzo que se hace por los más jóvenes. Es cierto que reconoce expresamente a la comparsa de pequeños, pero también es un reconocimiento a toda la Comparsa en general. Creo que es un premio que visualiza una gran labor en la que ninguno cobra y en la todo es por puro amor al arte. En la que hay mucho compromiso y esfuerzo. Todos los viernes del año estamos ensayando, hay muchísimo trabajo detrás y cientos de anécdotas que, además, se unen a que este año se celebra el 20 aniversario de la comparsa. Para nosotros que nos reconozcan es un gran honor, un orgullo y una gran satisfacción».

David ejemplifica a la perfección el trabajo que la comparsa ha venido desarrollando con los más jóvenes desde su creación hace ahora 20 años. Llegó en 2010, con siete años, como uno más de los niños y niñas que se acercaban atraídos por esa magia que emana de los gigantes. En su caso, además, esta el lazo familiar que le une a Juan Ramón Marín «El Royo», quien durante muchos años se ha encargado de la enseñanza «a quién siempre he seguido con los gigantes y que poco a poco ha ido delegando en mí la labor de la enseñanza de los bailes y 13 años después aquí sigo», relata.

Empujón de los más jóvenes tras la pandemia

David reconoce que la pandemia supuso un freno a la evolución natural que iba experimentando la comparsa en la que una generación va dando el relevo a la otra para ir pasando de los gigantes más pequeños a los más grandes. «Nos encontramos que a todos los chavales de nuestra escuela se le habían hecho pequeños los gigantes, tuvieron que pasar a los mayores, y nos vimos obligados a hacer una captación de gente. La aceptación fue espectacular. Al primer ensayo se presentaron al menos 15 chavales y poco a poco fueron llegando más hasta los 30 que estamos en la actualidad bailado entre los 6 y los 14 años».

Su cita con las fiestas de Santa Ana volverá a ser, sin duda, un momento especial para todos sus componentes. «En fiestas de Tudela estamos encantados. Para nosotros suponen un cambio de aire. Normalmente todas nuestras actuaciones son el Barrio de Lourdes, porque tenemos ese sentimiento de Barrio y por y para el Barrio como lema, así que estamos encantados de bajar al centro y bailar en la Plaza Nueva y volver a colaborar con la Orden del Volatín como viene ocurriendo desde 2002, primero con los antiguos gigantillos del Barrio y a partir de 2003 con la Comparsa Perrinche, una cita a la que no hemos dejado de faltar con excepción de los años de pandemia».