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Un matrimonio de Tudela, testigo de la erupción del volcán de La Palma

volcán La Palma
Foto realizada por Josean Agramonte desde el coche
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Josean Agramonte y su mujer Aurora Gómara estaban de vacaciones en la isla de La Palma cuando tuvo lugar la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Mañana martes tenían programado el vuelo de regreso a la península, pero como las compañías han suspendido los vuelos en La Palma, aún no saben si tendrán que quedarse más días, o podrán ir en ferry hasta Tenerife para coger un avión de vuelta a casa. nosotros personalmente, seguimos con la incertidumbre de la salida. «Lo ultimo que sabemos, hoy lunes, es que el aeropuerto está operativo, pero las aerolíneas no han volado. En teoría nuestro vuelo está previsto, pero tememos que nos lo anulen sin tiempo de buscar alternativas».

Este es el cuarto viaje que le matrimonio hace a la isla, y es que ambos están enamorados de su paisaje y sus posibilidades para practicar senderismo. «Es la gran

Foto: Josean Agramonte

desconocida de Canarias», nos cuenta Josean. «Mucha gente, incluso, cuando le hablas de La Palma, piensan que hablas de Palma de Mallorca. Es una de las islas menores, es muy montañosa, extremadamente verde, es el paraíso de los senderistas, y tiene muy pocas infraestructuras turísticas. Tiene solamente tres hoteles de costa, el típico hotel de verano, y luego casas rurales, apartamentos, etc».

Josean y su mujer habían planificado el viaje para unas cuantas semanas, «y una vez aquí empezaron los enjambres sísmicos». Estos enjambres son un conjunto de eventos sísmicos, como pequeños terremotos, en un área específica durante un periodo de tiempo relativamente corto. «La verdad es que yo me enteré por una familiar que me llamó porque lo había visto en prensa. La incidencia aquí era muy baja. Además, nosotros estamos al otro lado de la isla, en la parte oriental. No sentíamos ningún terremoto ni le dábamos mayor importancia».

«Algunos paisanos nos decían: parece que va a estallar el volcán…»

De hecho, según explica Josean, el día anterior a que explotará el volcán estuvieron viendo un rally con total tranquilidad. «Algunos paisanos nos comentaban: ‘pues parece que va a estallar el volcán`… Pero no parecía nada inminente, no era la primera vez que había enjambres sísmicos… Y de repente vimos a través de la televisión de un vecino que había estallado. Desde Santa Cruz, la capital, vimos como al otro lado de la cumbre se veía ya el penacho de humo, etc. Eso era el domingo 19. El lunes fuimos testigos de un colapso en las carreteras, porque esa tarde noche, toda la isla nos echamos a ver el volcán, y colapsamos la carretera principal».

Esta pareja de tudelanos, amantes de esta isla, son muy conscientes de que, a pesar de lo espectacular de este estallido, esto va a suponer una catástrofe para los habitantes de La Palma. «Aparte de las afecciones directas de los vecinos que han perdido sus casas y sus cultivos, está afectando al funcionamiento normal de la isla. La isla tiene toda una carretera exterior alrededor. Esa carretera se ha cortado de la zona de El Paso a la zona de Fuencaliente. Esto obliga a algunas poblaciones para ir a trabajar por ejemplo, a hacer tres veces más recorrido de lo que hacía antes. El daño a las plataneras, aparte de las que pueda coger la lava, va a dejar aislada una buena zona de cultivos a los que solo se accedía desde las carreteras que están siendo afectadas por la lava, va a destruir las conducciones de agua, y va a dejar una gran superficie, no solo arrasada, sino aislada, sin suministro de agua. El daño a futuro va a ser no sola mente a las infraestructuras, sino también a la agricultura. Es una isla que el turismo es importante, pero de forma mucho más secundaria que en otras islas».

Foto: Josean Agramonte

«Además», reflexiona también «va a provocar un problema de vivienda tremendo, porque antes de esto ya había escasez… Nosotros habíamos estado mirando para alquilar algo para pasar los inviernos… Acabo de jubilarme y habíamos pensado en pasar temporadas aquí, y no había mucha oferta de vivienda. Ahora el problema e va a agudizar mucho más».

La situación cambia cada día

Con el paso de los días, la situación va cambiando: «Ahora estamos experimentando un nuevo problema, la ceniza. Según cambian los vientos, la ceniza va afectando a una zona y otra de la isla». Igualmente, el viernes les tocó una nueva fase explosiva: «Nos tocó justo cuando habíamos parado en el sitio en el que estaban hasta entonces todas las televisiones, muy cerca del volcán. Pero por la tarde, la prensa fue desalojada de ahí, a otra zona más segura». Ayer mismo, nos comenta Josean Agramonte, «Santa Cruz se vio afectada por una nube de ceniza que nos obligó a quedarnos en casa. Y ahora mismo, al parecer ha cesado la actividad del volcán, y no saben qué significa».

Agramonte reconoce que nunca hubiera imaginado que le iba a tocar vivir algo así: «Es una de las mayores sorpresas. Aún sabiendo que siempre está el peligro y en prensa lees que hay enjambres sísmicos, no piensas que te va a tocar. En el propio Teide hay de vez en cuando enjambres sísmicos. Yo recuerdo cuando entró en erupción el Teneguia, en el 1971. Tengo el recuerdo infantil, en la televisión en blanco y negro. Luego hemos estado viéndolo, pero nunca piensas que te va a tocar a ti».

La situación, por otra parte, también provoca sentimientos encontrados: «De alguna manera, te sientes culpable el ir viendo todo esto mientras la gente está pasando mal. Pero es que es algo absolutamente único. espectacular. Lo que más nos está llamando la atención es el ruido, más allá del humo o la lava. Es lo más impresionante, el ruido de las explosiones y el rugido casi constante, que es como el rumor de un avión despegando. Hace seis días, estábamos al otro lado de la isla, con una sierra de 1.500 metros en medio y de repente empiezas a oír las explosiones. Cuando bajas por la carretera de Santa Cruz a El Paso, pasamos a menos de 5 kilómetros del volcán, y la verdad es que impresiona. Sobre todo de noche ves la llama, y sobre todo, oyes el ruido sin parar. La gente que está más próxima al volcán supongo que se acostumbra a este rugido, pero tiene que ser muy duro. La verdad es que todo esto es increíble».