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Un espectacular Espíndola impide el triunfo del Aspil-Jumpers

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El Aspil-Jumpers Ribera Navarra FS ha vuelto de vacío de su visita al Palacio de los Deportes de Murcia al caer por 2-1 en un partido en el que los de ‘Pato’ han rendido a un nivel altísimo y han merecido llevarse los tres puntos. La actuación de Espíndola, soberbio sobre todo en unos últimos minutos en los que bajó la persiana de su portería, y la mala puntería de cara al gol, ejemplificada en un penalti de David que se estrelló en el poste, impidieron el triunfo de un Ribera valiente que se adelantó y, después, vendió carísima su derrota.

Los primeros minutos fueron casi un calco de lo que fue la primera mitad. Ambos presionaban la salida de balón rival imposibilitando la fluidez de un partido en el que el primer sobresalto llevó la firma de Tripodi, que envió al palo un zurdazo lejano.
En los minutos posteriores hubo pocas alegrías ofensivas, pero los protagonistas finales acababan siendo siempre Gus, que cuajó también otra gran actuación, y Espíndola. Unos instantes en los que ambos conjuntos fueron alternando un dominio discutible, ya que ninguno lograba imponerse con suficiente claridad como para ser merecedor del tanto. Algo que fue cambiando con el lento pasar de los minutos, cuando el conjunto de Pato fue sintiéndose más cómodo en la pista.

Una comodidad que logró transformar en el 0-1 David Pazos, un tanto que llegó de disparo directo tras un córner y que supuso un gran premio para un Aspil muy bien plantado en pista y que estaba cuajando una gran primera mitad. Este gol, a poco más de 90 segundos del descanso, agitó a ElPozo, pero los riberos se marcharon con el botín del 0-1 a descanso.

Tras la remontada local, ElPozo resiste al acoso final ribero
El botín que suponía el 0-1 era enorme, pero por delante quedaban todavía 20 minutos intensísimos de una batalla sin cuartel. Porque ElPozo volvió de vestuarios con el cuchillo entre los dientes… como el Aspil, que sufría, pero no le perdía la cara al partido.
Sin embargo, los de Giustozzi lograron la igualada a casi 14 del final. Andresito ya había dado un aviso, que se había estrellado en el palo, pero a la segunda, en una jugada en la que salieron muy bien de la presión, el cordobés anotó la igualada batiendo a Gus con la derecha.

Tras el empate, los locales se vinieron arriba, por lo que Pato pidió un tiempo muerto necesario para volver a organizar al equipo, algo que funcionó ya que el Ribera pudo calmar a los charcuteros y recuperar la manija de un choque que entró en los últimos 10 minutos con todo por decidir y con un Espíndola que seguía parándolo todo. Cuando no lo hacía, ahí estaba el palo.

Enfrente, Gus también estaba muy acertado, pero nada pudo hacer contra un remate de Paradynski en boca de gol tras un servicio desde la esquina de Darío. Duro golpe en unos minutos en los que el Ribera se estaba manejando bien, pero todavía quedaban siete por delante y el Aspil no se descompuso. Una labor, encomiable un día más, que pudo dar sus frutos gracias a un penalti por mano de Felipe Valerio, que fue expulsado, pero que David envió al palo.

Por delante, dos minutos de superioridad en los que Pato decidió redoblar su apuesta ofensiva dando entrada a David y de esta forma atacar cinco para tres, pero Espíndola se hizo más enorme todavía desbaratando ocasiones inverosímiles en un final de locura que acabó, una vez recuperado el hombre expulsado, con ElPozo tapando todos los huecos que el juego de cinco naranja era capaz de generar.

Con el pitido final llegó una nueva derrota naranja, pero las sensaciones del partido deben ayudar a que los de Pato cojan confianza de cara a la próxima final, que será el sábado a las 18:30 horas y en la que el Ciudad de Tudela volverá a apretar para guiar a los suyos al triunfo.

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