Inicio Opinión ¿Un campo de golf público en Tudela?, por Olga Risueño

¿Un campo de golf público en Tudela?, por Olga Risueño

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Recientemente escribíamos que Golfistas de la Ribera Asociados (GRASS) había solicitado al Ayuntamiento de Tudela la reserva urbanística de unos terrenos de unas 65 Ha. de comunal, en Valdetellas (junto a la carretera de Ejea y entre el Hotel Aire de Bardenas y la actual variante), para la futura construcción de un campo de golf público. Decíamos que en breve el ayuntamiento tendría que posicionarse al respecto y explicábamos nuestra oposición a la idea, que para nosotras es completamente inapropiada.

Pues bien, GRASS nos ha contestado que ignoramos que su propuesta es de “gran interés público, por su potencial para el desarrollo para toda la comarca en aspectos tanto deportivos y de ocio, como beneficios repercutidos en el turismo, actividad empresarial, en la salud y en la calidad de vida de todos”. No nos extraña, porque estos argumentos son los mismos que utilizaban cuando hace años intentaron varias veces vendernos sus campos de golf en forma de iniciativas inmobiliarias vinculadas con la vivienda, el ocio y el turismo de lujo (Cerro de Fontellas, Fitero, Arguedas…). También dejan caer, como entonces, el manido cuento de que las empresas y los empresarios (muy golfistas ellos) no quieren venir a la Ribera porque no hay un campo de golf donde practicar.

Hace años los promotores de campos de golf aprendieron a explicar, aunque no fuera cierto, que pueden ser sostenibles, y también trataron de vendernos uno con esa etiqueta; la abortada Eco-city de Tudela con campo de golf, que apadrinaba Luis Casado (entonces alcalde). Ahora nos dicen que su campo será ecológico, poco consumidor de agua, sin pesticidas ni productos químicos… un pulmón verde con masa arbórea, respetuoso con el medio ambiente. Tal vez ellos se lo crean, pero nosotras no: o se engañan o nos quieren engañar a los demás, porque además lo que Tudela necesita es aumentar y mejorar sus zonas verdes urbanas, y la adecuación eco-paisajístico-recreativa de su zona de contacto con el Ebro: el llamado Corredor Verde, la Mejana, la huerta…

Quieren que su deporte sea más practicado y que su proyecto se difunda, y mantienen que la mejor manera de hacer más popular el golf y de evitar un pelotazo urbanístico es que el campo que proponen sea público, que “precisamente es lo que haría que este deporte deje de considerarse como elitista, ya que sería asequible a cualquier persona”. Dicho de otro modo: que un campo de golf está guay y que lo paguemos entre todos es lo ideal.

En Navarra no hay ningún campo de golf público, ni siquiera en la comarca de Pamplona, donde se concentra la mayor cantidad de practicantes, porque la inversión de entre seis y diez millones de euros para su construcción y de más de medio millón de euros anuales en mantenimiento no está justificada. Y en Tudela hay necesidades mucho más evidentes que todavía están sin resolver: Complejo Polideportivo Municipal, Estadio Ciudad de Tudela, pistas de atletismo del Nelson Mandela, otros deportes minoritarios…

Respecto del campo de golf como un atractivo turístico y empresarial, nosotras creemos que no es conveniente fomentar el modelo de turismo basado en grandes infraestructuras (como sería un campo de golf), sino en todo caso el de un turismo sostenible basado en la cultura (cascos antiguos, verduras, gastronomía…), en la naturaleza (Bardenas, Ebro…) y en nuestro buen vivir, como ya se está haciendo en algunos casos apostando por proyectos pequeños que promocionan y ponen en valor lo local.

Sres. de GRASS, ustedes tienen verdadero interés en promover un campo de golf, lo que nos parece legítimo, pero no se empeñen en convencernos de que se trata de un asunto importante para todas y para todos. Promuévanlo con recursos propios o buscando financiación privada. Nuestro modelo de ciudad, el que debe dibujarse en la EMOT con los objetivos y las prioridades de Tudela, no puede recoger un campo de golf público, porque aunque lo digan y lo repitan, eso únicamente les interesa a unos pocos.

Olga Risueño, portavoz Izquierda-Ezkerra Ayuntamiento de Tudela