[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]La primera Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del HRS cumplió a finales de 2018 su primer año. Fue una evolución de la Unidad de Reanimación y Cuidados Especiales (URCE) basada en un modelo de asistencia clínica continua, con una atención exclusiva y
especializada en el paciente crítico. Cuenta con un equipo de cinco especialistas en Medicina Intensiva, doce profesionales de enfermería, ocho técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) y una jefa de Unidad.
El trabajo del equipo consiste en participar activamente (en colaboración con otros especialistas) en el diagnóstico, estabilización, seguimiento y tratamiento de pacientes críticos o potencialmente críticos. Las patologías que tratan son muy diversas, destacando; patología cardiológica aguda y politraumatizados graves, patología médica y quirúrgica crítica, postoperatorio de cirugías complejas, colaboración a la activación del protocolo de Urgencia Vital Hospitalario y detección del potencial donante de órganos así como el mantenimiento del mismo una vez se confirma una exploración clínica compatible con muerte encefálica.
La UCI está dotada con cinco camas y en 2018 registró un total de 532 interconsultas y 446 ingresos que sumaron 1.002 días de estancia, situando la estancia media en 2,2 días. El 48´7% de estos ingresos se produjo desde el Servicio de Urgencias. La unidad tiene un coste de 200.000 euros anuales y su puesta en marcha supuso priorizar la atención y necesidades de pacientes y familiares, ya que se ha apostado por implantar en la Unidad modelos de trabajo que priman la humanización en la atención, la calidad y la seguridad de la asistencia de pacientes graves.
De izquierada a derecha: Noelia Artesero, Paula Lacarra, Edurne Binué, Raquel Garrido, Ruth González, Raquel Flecha, Pilar Avenoza, Alicia Donlo, Tania Ojuel, Sheila Sanz de Galdeano y Cristina Casado. Uno de estos modelos es la implantación de la «UCI extendida». Un concepto que se refiere a la atención y seguimiento de pacientes críticos fuera de la UCI, es decir, atención «estén donde estén». Esta forma de concebir la Medicina Intensiva está ampliamente instaurada en la práctica totalidad de hospitales de todo el país.
Otra de las novedades implantadas es la «UCI de puertas abiertas». Este diseño permite ampliar los horarios de acompañamiento a los ingresos, siendo más flexibles y adaptados a las necesidades de pacientes y de sus familiares. Asimismo, en determinados casos, los familiares directos pueden recibir información médica fuera del horario establecido, iniciativa con excelente acogida por pacientes y familias.
La creación de esta unidad supone además una apuesta por la donación de órganos en el Área Salud Tudela (AST) ya que, en la actualidad, es posible realizar la detección del potencial donante, la exploración clínica compatible con la muerte cerebral y el mantenimiento del donante en el HRS hasta el traslado al centro de referencia, que en este caso es el CHN y, a veces, a hospitales de Aragón. Asimismo, se han introducido notables mejoras de espacio, equipamiento y dotación tecnológica con nuevas herramientas de monitorización clínica y sistemas integrados de informatización médica y el hecho de que el AST cuente con facultativas con dedicación exclusiva y especializada en tratamiento de paciente crítico, hace posible realizar nuevas técnicas de tratamiento de pacientes en el hospital sin ser trasladados al CHN.
El Servicio está integrado por Noelia Artesero, coordinadora médica de la Unidad, Raquel Garrido, Ruth González, Tania Ojuel y Sheila Sanz de Galdeano facultativas especialistas y Paula Lacarra Saso, jefa de Enfermería de la Unidad.[/ihc-hide-content]