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Los sindicatos UGT, Comisiones Obreras y Solidari han realizado un llamamiento a los trabajadores y trabajadoras para que se sumen a los actos de celebración del 8 de marzo, una jornada de reivindicación feminista que no femenina a la que las tres organizaciones sindicales quieren dar este año un carácter especial de movilización y lucha por la igualdad real.
Marisol Vicente, secretaria de política sindical de UGT Navarra, ha recordado la necesidad de poner de manifiesto las diferencias laborales existentes «ya que no todos estamos saliendo de la crisis a la vez, y mucho menos las mujeres», ha denunciado.
Junto a Elena Arbiol, responsable comarcal de CC.OO en la Ribera, y Mila González, delegada sindical de Solidari, Vicente ha repasado la brecha de género en Navarra que queda patente en los datos del paro, donde la crisis ha duplicado la tasa de paro entre hombres y mujeres, pasando del 2,48% al 5,41%, la más alta en 10 años. Las diferencias también son notables en materia de empleo, donde figuran como activas 3.450 mujeres menos que hombres; en el nivel de ocupación, donde la diferencia se incrementa a 29.400 mujeres; y en lo que respecta a la calidad del empleo, donde los contratos completos e indefinidos llegan a un 47% de mujeres frente al 53% de hombres. Asimismo, el 81% de los contratos a tiempo parcial son desempleados por mujeres, solo un tercio ocupa puestos directivos y los hombres sextuplican la ocupación de los puestos cualificados en industria. Las desigualdades se extienden al terreno de la conciliación. El 96% de las mujeres son las que se acogen a los permisos de maternidad, el 93% a las excedencias para el cuidado de sus hijos y el 86% al cuidado de familiares dependientes.
Las diferencias salariales son otra de las brechas denunciadas por los sindicatos. Según los datos ofrecidos por los sindicatos, las mujeres cobran de media al año 8.164,29 euros menos que los hombres, y 551,96 euros menos al mes en caso de jubilados y pensionistas. «Parece claro que la precariedad laboral de la mujer durante su etapa activa se traduce en un serio riesgo de pobreza tras la jubilación. Si las mujeres tuvieran un empleo más estable y salarios equivalentes, los impuesto y cotizaciones serían superiores, resolverían el déficit de las cuentas públicas y posibilitarían la prestación de mejor de servicios públicos y prestaciones sociales, entre ellas las de ayuda a dependencia y las pensiones, cantidades que ahora se ahorran empresas y Estado a costa de debilitar los servicios públicos y la red de protección social».
Por todo ello, los sindicatos han animado a los trabajadores y trabajadoras a sumarse a los paros de dos horas por turno convocados para la jornada del 8 de marzo, y sumarse a las movilizaciones convocadas, como las concentraciones que tendrán lugar a las 13,00h. y a las 20,00h. en la Plaza de los Fueros.
La situación empeora en la Ribera
Elena Arbiol, responsable comarcal de CC.OO en la Ribera, ha aportado algunos datos de la desigualdad laboral entre hombres y mujeres que se produce en la Ribera «donde desgraciadamente es peor que en la media de Navarra». La cifra del paro femenino es del 13,38% frente al masculino del 9,6%; la tasa de actividad es del 62,16% en hombres frente el 50,33%, 11,8 puntos frente a 9,1 en Navarra y el tipo de jornada mayoritario entre las mujeres es a tiempo parcial, «no porque lo eligen sino porque ellas mismas no pueden elegir. El 63% de los contratos a tiempo parcial firmados en Tudela son para mujeres mientras que 57% de ellas dicen que preferiría trabajo a tiempo completo, «lo que demuestra que la mayoría no está por la jornada parcial sino total», indica Arbiol.
Otro dato significativos son los salarios en la Ribera, donde según los datos del año 2015 los hombres cobran 28.727 euros de media anual frente a los 20.563 euros de las mujeres, «lo que supone que para igualarnos tendría que haber un incremento salarial del 29%», ha indicado al responsable comarcal de CC.OO.
Para Mila González, del sindicato Solidari, el próximo 8 de marzo «es una cita para celebrar los avances alcanzados pero también para recordar lo mucho que queda pendiente para lograr una igualdad real. Queda contrastado que no son cosas de unas de determinadas mujeres que están quejándose, queda demostrada la desigualdad y cómo ésta nos afecta a lo largo de nuestra vida hasta llegar a la jubilación».
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