Crónica de Toño de la Parra
Año nuevo, vida nueva.
Entrenador nuevo, victoria segura.
Iñigo Valencia se estrenaba ante su parroquia como primer entrenador con una alineación con pocos cambios pero sustanciales.[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,9,8″ ihc_mb_template=»2″ ] Volvía al centro del campo con valores seguros como Iñigo Ros, David Lázaro y recolocaba en su posición natural a Chema Mato.
Adelante, consolida a javi cabezas, en estado de gracia, opta por la punta y experiencia de Pau Franch y habilita al polivalente Ibai Ardanaz en la izquierda.
Enfrente un equipo experimentado, bien posicionado y con buena técnica individual, con un partido perdido, cuatro empatados y catorce ganados, que le sitúa líder en solitario, a cinco puntos del segundo.
Cosas del fútbol. Con el eje del equipo muy similar a partidos anteriores aparece un Tudelano con garra, con ganas, con ilusión, controlando el balón y finalizando, sin claras ocasiones de gol, pero manejando situaciones diferentes.
La Cultural Leonesa hace su partido, controlando y asegurando, con dos extremos rápidos y un luchador Benja que choca con una defensa rocosa.
Llega el minuto 39’ que podía haber marcado el rumbo del partido y, en un balón fuera del área pequeña cerca del punto de penalti, forcejean Chema Mato y Fornies, ante la atenta mirada de Pau Franch, y en la disputa cae al suelo el defensa leonés, dejando solo a Chema Mato ante Guille Vallejo, que sin escuchar el silbido del árbitro cuela la pelota por la derecha de la meta visitante. Alejandro Fernández Pérez, del comité catalán, interpreta falta del interior cántabro y anula la jugada ante el estupor de jugadores y público, del que se lleva una tremenda pitada al terminar la primera mitad.
Iñigo Valencia vuelve a motivar a sus pupilos en los vestuarios y estos salen al campo a seguir plantando cara a los hoy rosas.
Ya a los nueve minutos (min. 54’) Javi cabezas dispone de una oportunidad con un disparo cruzado que despeja Guille Vallejo.
Pero no puede hacer lo mismo cuando en el min. 56, el mismo Javi Cabezas se escapa de su defensa y penetra en el área por la izquierda de la portería visitante y dispara cruzado al palo largo consiguiendo el único gol del partido.
Al Tudelano este gol le da alas pero la presión de la Cultural Leonesa es asfixiante por todo el campo, creando juego y ocasiones por los extremos. Los blancos están cómodos con el juego de contragolpe, de hecho es de los mejores equipos fuera de casa, y controla muy bien la situación.
A pesar de un buen disparo de Gallar (min. 25’) desde ¾ de la parcela local que sale rozando la escuadra derecha de Mikel Pagola, el resto son controladas por la defensa blanca luchando hasta la extenuación.
Jesús Lalaguna, con su portento físico, realiza una escapada desde su área hasta el borde del área visitante donde termina haciendo falta a su defensa, fruto del desgaste físico de la carrera.
Iñigo Valencia, lejos de intentar cerrarse atrás, recarga las pilas del ataque blanco introduciendo en el campo a Ion Vélez e Iñaki Jiménez.
En unos momentos de gracia del tudelano David Lázaro (min. 33’) saca una falta desde el centro del campo habilitando a la velocidad de Iñaki, recién incorporado, quien después de una prodigiosa carrera llega a la línea de fondo y deja un balón retrasado a Iñigo Ros, una vez burlado el portero, que lanza un gran disparo despejado por la defensa casi en la línea de gol.
A falta de seis minutos Álvaro Corral lanza una falta directa desde la esquina superior izquierda del área que va directamente a la escuadra derecha de la portería, pero un gran Guille Vallejo, a mano cambiada, logra desviar el balón fuera del marco.
Los leoneses, con las prisas en sus botas, intentan todo lo posible, desarrollando gran juego por los extremos, pero se encuentran con unos “jabatos” que llegan a todas las pelotas e impiden los propósitos visitantes.
Con el pitido final se hace justicia al juego local, a pesar del gran equipo que ha demostrado ser la Cultural Leonesa, y hace que los tres puntos tan deseados, se queden en el Ciudad de Tudela, ante el aplauso unánime de su público.
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