Tudela recupera San Nicolás tras los trabajos de restauración y readecuación del antiguo templo ubicado en las confluencias de las calles Rúa y Caldereros de la capital ribera y que acogerá, entre sus actividades, el Tudela Green Temple destinado a la difusión del producto y la gastronomía vinculado a la huerta de la Ribera de Navarra.
El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ha reconocido que la reapertura del edificio va a marcar un antes y un después. «Pisamos de nuevo uno de los edificios más históricos que tiene esta ciudad, en el que estuvo enterrado dos o tres años Sancho el Fuerte, y que estaba totalmente abandonado y en ruina. Ahora queda muy poco para volver a darle vida y tener un nuevo emplazamiento para disfrutar Tudela».
Toquero ha puesto la intervención como ejemplo de acciones de rehabilitación en el Casco Antiguo de Tudela y ya ha anticipado que e breve llegará la rehabilitación del edificio de Chapinerías 13 para ampliar la escuela de música y conservatorio de Tudela y Sementales, «para nosotros una punta de lanza fundamental en la que vamos a poner toda la carne en el asador».
Un amplio espacio polivalente
La intervención ha permitido recuperar el edificio histórico tanto interior como exteriormente con la creación de un amplio espacio diáfano tanto en la nave central como en la naves laterales. La obra deja a la vista a través de unas cristaleras el pasado de un edificio que ha pasado muchas visicitudes a lo largo de la historia, con construcciones y reconstrucciones que han permitido que llegue hasta nuestros días y que permiten apreciar los cimientos del templo original del S. XII así como la cripta que se oculta en el subsuelo del tempo.
Zeus Pérez: «El resultado es muy positivo»
El concejal de Desarrollo Urbano, Zeus Pérez, ha expresado su gratitud a todas las personas que han estado implicadas en la recuperación del edificio. «Fue un reto difícil redactar un proyecto exprés a final de 2021 para llegar a las subvenciones europeas y contar con la autorización de Patrimonio del Gobierno de Navarra, tener una constructora y ejecutarla en tiempo y forma. En todo hemos cumplido», ha explicado.
La inversión final en esta fase de la intervención que se ha llevado a cabo en San Nicolás ha ascendido a 1,2 millones de euros. «El resultado está a la vista, es muy positivo y espero que a la ciudadanía le guste. Hemos conseguido rehabilitar un edificio que ha estado en la agenda de sucesivos equipos de gobierno en los últimos 20 años y que, por razones económicas o de otra índole, no se podía llevar a cabo. Nosotros hemos podido cumplir este compromiso y tenemos ilusión y esperanza por el avance que supone para el Casco Antiguo, no al ritmo que nos gustaría, pero avanzando», ha resumido Pérez.
Javier Leache, responsable de la empresa construcción ha agradecido la oportunidad que ha tenido de actuar en el antiguo templo, que no ha dudado en calificar como joya. «Para nosotros es un placer actuar en este tipo de edificios. La restauración de patrimonio tiene un tiple valor. Social porque la ciudadanía va a poder apreciar algo que no veía. Económico porque puede ser motor de cosas importantes, y medio ambiental porque hemos evitado tener que construir otro edificio».
Nueva ventana para dar luz al espacio
Cote Zuazu no ha ocultado la satisfacción de aportar su visión a la reforma del edificio. «Pocos arquitectos tienen la oportunidad en su vida de intervenir en un edificio de estas características», ha asegurado. Además de los detalles de la intervención, ha llamado la atención sobre la nueva ventana que se abre en la nave central del templo orientada a la calle Caldereros, «una ventana nueva, que no existía, que cumple con una de nuestras ilusiones, abrir un hueco grande que dejara entrar la luz y desde fuera se note que aquí ha pasado algo y que el edificio ha vuelto a la vida, una ventana por la que nadie pregunta porque todo el mundo piensa que siempre ha estado ahí».