Hace pocos días el consejero de Salud del Gobierno de Navarra, el mismo que afirmo “son cosas que pasan” cuando falleció por legionela un paciente en el Hospital Reina Sofía, bajó a Tudela a anunciarnos que su gran apuesta para mejorar la atención primaria de Tudela era ampliar los dos centros de salud existentes. Todo el mundo sabe de la enorme masificación que sufren ambas ubicaciones. No hablaré que han pasado más de tres años de la falta de pediatras, dermatólogos, las listas de espera y que ya es casualidad que ahora, a poco de siete meses para las elecciones, nos venga con la noticia. No importa, todo lo que sea invertir en la ciudad y en sanidad bienvenido sea. Pero me dio que pensar aquello que dijo de que hasta llegar a las 60.000 TIC,s (tarjetas sanitarias) no se debía ni podía hacer un nuevo centro de salud. Me puse a indagar, igual por mi curiosidad de periodista, a otras poblaciones que rondan más o menos el número de habitantes de Tudela (35.170 hb.). Cuál fue mi sorpresa que por ejemplo Soria (39.171 hb.), Rentería (39.381 hb.), Plasencia (40.663 hb.), o Don Benito (36.975 hb.) disponen de tres centros de salud, por lo que esa cifra dada por el consejero ya no me casaba. Hasta Huesca, con 52.000 habitantes, está construyendo ya su cuatro centro de salud que se inaugurará el año que viene.
Tengo la suerte de haber trabajado siete años en gestión sanitaria, tres en el sector privado y cuatro en la administración pública. Así que me puse en contacto con amigos gestores sanitarios de esa época y les pasé la noticia. Me abrieron los ojos. Ese dato no existe. Sólo el dato que dice que la media nacional oscila entre 12.000 y 15.000 habitantes por centro de salud pero que lo que más ponderan son otros factores como la distancia máxima de la población a ese centro de salud, el grado de dispersión, las características epidemiológicas, la media de edad de esa zona o la disposición de transporte y comunicaciones al recinto sanitario, entre otras cuestiones. En definitiva, que el centro de salud debe ir a la población de una zona y no la población al centro de salud. La ley 14/1986 de sanidad dice que esas medias poblacionales son como regla general pero sin perjuicios de los factores que acabo de mencionar. Al explicarles a mis antiguos compañeros las circunstancias especiales del Barrio de Lourdes, todos ellos hubieran apostado por la construcción de ese tercer centro en lugar de ampliar y crear ubicaciones sanitarias demasiado grandes con los problemas de masificación de personas y tráfico que generan. Como dijo el director del área sanitaria de Tudela hace un tiempo esto es una decisión política. Y yo afirmo que visto lo visto es una mala decisión política. El quid de la cuestión es que hacer obras en algo ya existente es mucho más rápido, ágil y vendible en época electoral que construir algo nuevo que requiere su tiempo, en la búsqueda de ubicación, concursos, licitaciones etc, pero que va a ser más positivo a medio y largo plazo. La solución no es reasignar población en los dos centros sino aliviar los mismos construyendo uno nuevo. Los expertos así lo afirman.
No sé si me molesta más, que no hayan pensado en las necesidades reales para el futuro de Tudela siendo cortoplacistas o que bajen una vez más de Pamplona a contarnos un cuento, vendernos la moto y tratarnos de ignorantes contándonos medias verdades. Y una vez más aquí aplaudiendo y asintiendo con la cabeza. Debemos ser más reivindicativos, debemos ser más ambiciosos y debemos ser más críticos con lo que creemos no es justo.
Yo siempre apostaré por invertir en sanidad, porque es aumentar nuestro estado del bienestar. El proyecto para Tudela y la Ribera del futuro son centros de salud modernos y cercanos a la población, por lo que el camino tenía que haber sido orientado a arreglar y mejorar los actuales y a la construcción del tercero antes que incrementar los existentes. A veces el futuro que buscamos para la ciudad que queremos dejar a nuestros hijos no es la solución más rápida sino la más meditada.
Alejandro Toquero
@alextoquero