Javier Lozano, miembro de ANAC, y Juan Carlos Ciria, director del CIP ETI Tudela
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El CIP ETI de Tudela acoge los días 12 y 13 de noviembre las II Jornadas Educativas para la Inclusión del Desarrollo del Talento que organiza la Asociación Navarra de Altas Capacidades, ANAC.

El encuentro servirá para visibilizar y formar sobre la situación que afecta a las personas con alta capacidad intelectual, que pese a lo que pueda parecer de manera intuitiva, afirma Javier Lozano, miembro de la asociación y uno de los responsables de la organización, «supone una dificultad en la vida de las personas más que una facilidad, teniendo como ejemplo el caso de los menores en edad escolar con unos niveles de acoso y fracaso escolar mayores que la media de la población».

Ponentes

Las jornadas contarán con la participación de Patricia García, maestra, psicopedagoga y experta en creatividad; y Félix Ruiz y José Luis Pérez, de Centro Ayalga, psicólogos clínicos especializados en altas capacidades. Cerrará el turno de ponencias Rafael Guerrero, psicólogo clínico experto en gestión emocional y trastorno por déficit de atención.

Cada uno de ellos expondrá una visión sobre las altas capacidades desde su ámbito de especialización y experiencia que se completará con una jornada de talleres prácticos. Dos de ellos a cargo de los ponentes y el tercero a cargo de María Navarro, fisioterapeuta manual pediátrica, profesora adjunta de la UPNA, y responsable de un centro de neurodesarrollo de la capital ribera.

Las jornadas cuentan ya con más de 120 personas inscritas, en su mayoría docentes, familias y profesionales de otros ámbitos interesados por el tema. Contarán, además, con un servicio de conciliación atendido por monitores del Montaña y Tiempo Libre Quetzal de Tudela y la librería Letras a la Taza ofrecerá un stand con bibliografia específica sobre la temática y los ponentes.

El papel de los docentes

Juan Carlos Ciria, director del CIP ETI de Tudela, centro que ha ofrecido sus instalaciones para desarrollar el encuentro, ha aportado su visión desde el punto de vista docente a las altas capacidades. «Los problemas no son problemas sino oportunidades. Creo que es importante aprender en estas jornadas cómo se puede atender mejor en un centro educativo de formación profesional a todos los alumnos».

Ciria ha asegurado que hay que personalizar la educación. «Cada persona tiene sus características y es un mundo. Como docentes tenemos que sacar el mayor provecho y la mejor disposición para que su capacidad vaya desarrollándose. Está claro que tienen que tener los objetivos claros y aprovechar al máximo las clases, pero como docentes debemos estar en alerta, en una escucha activa para conocer sus pretensiones, conocer las dificultades que tienen. Son diamantes en bruto, gracias a la educación van a poder ser profesionales pero, sobre todo, lo que hace falta es que sean felices», ha señalado.

ANAC, Asociación Navarra de Altas Capacidades

La Asociación Navarra de Altas Capacidades se fundó en el año 2012. En la actualidad cuenta con 329 familias a las que se ofrece apoyo, formación, actividades y ejerce de puente con las administraciones públicas para visibilizar la realidad de las personas con altas capacidades.

Javier Lozano, miembro de ANAC, reconoce que el tema de las altas capacidades cuenta con dos caras. Una amable de talento y éxito profesional, en los estudios y en el ámbito social. «Pero hay otra cara para aquellos que no han tenido comprensión y oportunidades que en la edad adulta se convierte en ansiedad, depresión, malestar y una vida sin una orientación».

Según los estudios, el 2% de la población es lo que se ha venido denominando «superdotada». En Navarra hay matriculados 109.000 alumnos, por lo que aproximadamente 2.200 alumnos tendrían altas capacidades. Sin embargo, apunta Lozano, «detectados hay poco más de 800, el 30% chicas y el 70% chicas, una diferencia de género sobre la que hay algunas hipótesis pero que no se ha terminado de investigar».

Incomprensión

La principal problemática a la que se enfrentan los pequeños con altas capacidades y sus familias es la incomprensión, asegura. «En general, la sociedad, tiene dificultad para entender lo que es diferente. Hemos visto que la diferencia ha podido ser el color de la piel, la orientación sexual, cualquier tipo de diferencia respecto a lo que es estadísticamente lo habitual supone un esfuerzo de comprensión que la sociedad no siempre está preparada para hacer. Como consecuencia de esta incomprensión surge todo lo demás», ha asegurado.

El resultado de esta situación puede ser el rechazo, la burla, la falta de oportunidades, la soledad, el aislamiento… «Evidentemente hay personas con alta capacidad que no han tenido ningún problema y pasan desapercibidas. Otras las conocemos porque se lo han detectado por algún tipo de problema en el ámbito escolar. Falta de atención en clase, bajo rendimiento, acoso… nosotros en la asociación vemos casos, nos consultan y hay auténticos dramas», reconoce.

Formación del profesorado

Mejorar la preparación de los docentes en el sistema educativo es uno de los objetivos que persigue ANAC con iniciativas como sus Jornadas Educativas para la Inclusión del Desarrollo del Talento. «El sistema educativo basa la transmisión de conocimientos en la repetición y las personas con altas capacidades cuando lo entienden se aburren y desconectan, comienzan a molestar a los compañeros, hablan… saber hacer un diagnóstico diferencial es básico para que se le pueda ofrece una educación específica», reclaman, «y para ello es importante que el profesorado esté formado».

En los últimos años, reconoce, ha habido avances. «Lo que pasa es que hay distintas velocidades. Hay centros que ya han empezado a atender la alta capacidad, implantan programas de enriquecimiento, están escuchando a los alumnos, se están formando, están aprendiendo, pero no siempre encuentras la misma formación y la misma disposición. Nuestro objetivo como asociación es ser cada vez menos necesaria porque las instituciones atiendan esta realidad, pero estamos tan cerca de las familias y la realidad que vamos a seguir siendo necesarios porque las instituciones son grandes y caminan despacio».

Protocolo de detección

En este sentido, la principal demanda que la asociación plantea a la administración es que se cumpla la Orden Foral que atiende las necesidades educativas específicas. El capítulo IV está íntegramente dedicado a la Alta Capacidad, recuerda Lozano, pero como pasa en muchas situaciones, la ley no es una realidad en las aulas. «Actualmente hay un protocolo de detección que es de aplicación voluntaria por lo que deja en manos de los centros su aplicación y una de nuestras peticiones es que ese protocolo sea obligatorio, ya que creemos que servirá para dar igualdad de oportunidades a todos los alumnos, permitirá a los profesores conocer mejor cómo es la diversidad de su aula y cómo son sus alumnos desde el punto de vista intelectual, algo que les va a ayudar a impartir una mejor enseñanza».

Talentos Simples

El trabajo que vienen desarrollando asociaciones como ANAC ha permitido que con el paso de los años se hable más y se conozcan mejor las altas capacidades. Esto ha permitido definir los talentos simples, personas que tienen habilidades en un área específica de la inteligencia, matemáticas, arte, y que podrían ser hasta el 10% de la población. «La mayor parte de las personas que destacan mucho en su profesión de una manera natural y sin mucho aprendizaje muestran un talento natural que llamamos vocación».

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