Profesionales del consultorio médico de Castejón
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El Ayuntamiento de Castejón quiere reconocer el grandísimo trabajo y esfuerzo realizado por parte de los servicios públicos locales sanitarios y sociosanitarios durante la pandemia. Han sido nuestra primera línea de defensa.

Este reportaje es un pequeño homenaje a las y los grandes profesionales con los que la localidad tiene la suerte de contar para protegernos, cuidarnos y curarnos. Muchas gracias por todo.

El consultorio médico, la residencia y el equipo de trabajo social mantienen un contacto muy estrecho para minimizar el impacto en la localidad

En el consultorio de la localidad Jaime Jiménez Asenjo ha sido el encargado de hacer de enlace y coordinar todas las acciones que han sido necesarias para hacer frente a la pandemia.

A sus 65 años de edad y una trayectoria de 37 años como enfermero reconoce que 2020 ha sido un año duro en todos los sentidos y que jamás se había planteado que viviría algo así «Si en diciembre del año pasado nos hubieran contado todo lo que iba a pasar nadie lo hubiera creído», confiesa.

Recuerda especialmente las primeras semanas de la pandemia, «con situaciones muy estresantes, sobre todo por la incertidumbre y el poco conocimiento que había de la enfermedad, la escasez de medios que tuvimos al principio y el aumento de trabajo».

Considera que la lección que nos dejan estos meses es que no estábamos preparados para algo así, «una situación tan excepcional, para la que considero que hemos tenido una gran capacidad de adaptación».

Profesionales de la residencia

Residencia Solidaridad

Idoia Sola Irisarri ha encabezado al equipo de profesionales sociosanitarios que han velado por la salud de los residentes de la Residencia Solidaridad de Castejón. Asumió la dirección hace apenas un año y 3 meses, la mayor parte de ellos haciendo frente a la situación de emergencia que ha ocasionado la pandemia.

Asegura que los profesionales del centro han pasado miedo. «Cada día esperas que pase algo por lo que está sucediendo alrededor y lo peor ha sido la incertidumbre, no saber qué es lo que iba a pasar cuando se diera el primer caso en la residencia».

Señala que todo el trabajo que se ha desarrollado ha sido extremadamente responsable por parte de todo el equipo de profesionales, familias y los propios residentes. «Había semanas con nuevas medidas que implementar cada día, reorganizar rutas de trabajo, dar a conocer la situación, y continuar con nuestras actividades. Ha sido un trabajo a contrarreloj y con muchísima presión», asegura.

Para transitar con éxito por esta complicada situación, Sola asegura que ha sido fundamentar coordinar el trabajo que se ha llevado a cabo. «Todos los trabajadores y trabajadoras de la residencia, familiares y residentes hemos tenido muy en cuenta que lo que estaba sucediendo era importante y podría tener un desenlace fatal para todos. Por lo que siempre hemos seguido las medidas que se han establecido tanto a nivel provincial como local. Como trabajadoras hemos sido muy conscientes de la repercusión que nuestras decisiones pueden acarrear; por lo que hemos disminuido con mucho esfuerzo, las relaciones sociales y las actividades recreativas que pudieran poner en riesgo esta situación», comenta.

La experiencia, señala, «me ha hecho darme cuenta de que somos un gran equipo unido por la vocación de proteger y cuidar a nuestros mayores». También reivindica, «la necesidad de reforzar el sistema sanitario y la relación entre el servicio de salud, atención primaria y especializada, los sociosanitarios, y las residencias para mejorar la calidad y el servicio que ofrecemos. Todo lo vivido nos muestra lo vulnerables que somos y que hay que aprovechar al máximo del tiempo con nuestros seres queridos, disfrutando de cada momento».

La directora agradece que en todos estos meses los profesionales y los residentes no se hayan sentido solos. «Hemos sentido la comprensión de los familiares y los propios residentes que han confiado en que todo va a salir bien y que las medidas que se han tomado, aunque duras, son necesarias para seguir con su estado de salud. También nuestro agradecimiento a todo el pueblo de Castejón, porque desde el inicio de la pandemia se ha volcado con nosotros, al Ayuntamiento, que nos ha dado su apoyo y colaboración en todo momento; y por supuesto, el apoyo y el trabajo de todas y todos los trabajadores de la residencia».

“El SAD merece el reconocimiento de servicio sociosanitario de primera categoría”

Servicios Sociales de Base

Patricia Lorente lleva 31 años como Trabajadora Social de los Servicios Sociales de Base de Castejón. Describe todo lo vivido este año como una montaña rusa y una mezcla de sensaciones. “Mis compañeras del SAD, que han estado en primera línea atendiendo a familias con COVID-19, comentan que ha sido muy duro y lo resumen en desinformación, miedo a no saber a lo que se enfrentaban, respeto para no poner en riesgo su salud ni la de las personas que les rodeaban, impotencia de no poder hacer más y soledad ante tanta carga emocional y psicológica. El trabajo en equipo en los servicios sociales de base y el Servicio de Atención a Domicilio ha sido fundamental para sobrevivir a la vorágine de esta pandemia. Hemos crecido como equipo y hemos dado la talla y tengo que agradecer a todas mis compañeras su implicación y su buen hacer».

Trabajadoras del SAD de Castejón

La gravedad de la pandemia, asegura, aumentó las situaciones de vulnerabilidad y el servicio se organizó para llegar a los vecinos que lo estaban pasando peor y atenderles lo mejor posible. «En Navarra hemos contado con una fortaleza y es que en los últimos años se han reforzado las prestaciones sociales con la Renta Garantizada y las Ayudas de Emergencia Social, aunque también hay que subrayar ciertas debilidades: la atención primaria de Servicios Sociales que estaba en plena reforma y nos ha pillado a medias y las graves dificultades para hacer frente a las necesidades de vivienda en esta zona.
Ha sido muy importante la coordinación con el Centro de Salud, con los Centros escolares, el trabajo común con Cruz Roja, con el Banco de Alimentos, con personas voluntarias, con las tiendas de alimentación, con las farmacias, etc. de la localidad», asegura.

En la localidad, reconoce, “ha sido muy importante la coordinación con el Centro de Salud, Centros escolares, Cruz Roja, Banco de Alimentos, voluntarios, tiendas de alimentación, con las farmacias, etc. de la localidad”, resume y, entre ellos, destaca la labor del Servicio de Atención a Domicilio municipal “que ha atendido a familias afectadas con una profesionalidad admirable. Merecedor de ser reconocido como un servicio socio-sanitario de primera categoría”. La pandemia, asegura, ha demostrado que el trabajo comunitario y la coordinación socio-sanitaria es imprescindible. «Vemos importante reconocer y reforzar los Servicios Sociales Públicos como garantía de que nadie se quede atrás para avanzar como pueblo cohesionado».

De cara a la próxima Navidad, no duda en reclamar prudencia y sentido común a la población, «Habrá más Navidades que podamos celebrar a lo grande si nos protegemos», asegura.