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El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ha hecho balance de su primer año al frente de la alcaldía de la capital ribera, 12 intensos meses que reconoce han quedado partidos en dos por la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de la covid-19, «que nos obligó a confinarnos, pero que no ha impedido dejar de trabajar ni un minuto a unas concejalías que han desarrollado una labor más transversal que nunca», ha querido resaltar el alcalde.
Toquero, y sus socios de coalición en Navarra Suma, Carlos Aguado de Ciudadanos, e Irene Royo, del Partido Popular, han escenificado la unidad y fortaleza de acción del pacto que les llevó a asumir la alcaldía de Tudela hace poco más de un año, un tiempo en el que, ha asegurado el alcalde, «hemos estado activos desde el primer minuto, sin tiempo que perder, y sabiendo que nuestra misión es gestionar el dinero de los tudelanos para emplearlo con juicio y mejorar la ciudad en todos sus aspectos con una trayectoria que considero ha sido transparente».
Como muestra del trabajo del equipo de gobierno, Toquero ha querido valorar algunas acciones como la investigación que permitió sacar a la luz una trama de empadronamientos irregulares en la ciudad que ha culminado con el desempadronamiento de más de 400 personas.
También ha querido puntualizar la «idílica situación» que se encontró en el ayuntamiento por parte del anterior equipo de gobierno y que ha resumido en un polideportivo lleno de goteras cuya reforma en dos fases ha calificado de «error» que ha habido que solventar, el proyecto de piscinas y campos de fútbol que ha habido que ajustar presupuestariamente al dinero disponible, o el proyecto del Escuela Taller y reforma del cerro de Santa Bárbara «un proyecto irreal que comprometía 80.000 euros del ayuntamiento frente a los 337.000 euros que realmente nos iba a costar y que estaban sin presupuestar».
Además ha recordado las gestiones realizadas por su equipo para retomar la relación con la Red de Juderías de España, «incluso con avisos de expulsión», que se han reconducido y que tendrán ejemplo la próxima visita de la embajadora de Israel en España a Tudela, los pliegos de varios servicios contratados que seguían caducados o la falta de compromiso con el Casco Antiguo, «al que se ha utilizado como ejemplo en numerosas ocasiones pero que a día de hoy seguía sin conexión de fibra». En definitiva, ha concluido, «demasiadas palabras bloqueando acciones, pero hoy podemos decir que en un año se ha hecho ya más que el anterior equipo de gobierno en cuatro y sin dar la nota».
También ha negado que no esté colaborando con colectivos y entidades de la ciudad y que haya una relación bronca con el Gobierno de Navarra». Es el discurso manido de la oposición y que ya solo se sustenta en una pata», ha lamentado mientras enumeraba los proyectos y contactos que comparte con el Gobierno de Navarra para llevar adelante temas como el monumento a las víctimas de ETA, el trabajo con Obras Públicas en la renovación de calles o con Educación para encauzar el tema del conservatorio.
También ha recordado el trabajo con el Ministerio de Fomento para tratar el paso del TAV por la ciudad, el trabajo que se lleva a cabo con la UPNA para impulsar su campus, el impulso a la limpieza del cauce del Queiles junto a otras localidades riberas y zaragozanas, encuentros con cazadores, agricultores, empresarios, hosteleros, comerciantes, peñas. «Si esto no es hablar y colaborar no entiendo a qué se refiere la oposición». Eso sí, ha remarcado, «cuando consideremos que Tudela es tratada injustamente o menospreciada seré el primero en decirlo, con educación pero con intensidad».
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