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La artista Merche Blasco consiguió que los sones del «Téntere Nublo» volvieran a entonarse por las calles de Tudela actualizando esta vieja tradición a una performance contemporánea aderezada con tonos reivindicativos en los que el medio ambiente, la cultura y la mujer remarcaron la importancia del espacio que ocupan en la vida de la ciudad.
La tonadilla:
Téntere nublo, tente tú. Los ángeles van con tú; si eres agua ven aquí, si eres piedra tente allí
La propuesta, arriesgada por todo lo que supone la creación de una fantasía, cuajó sostenida por el encanto que supone recuperar una tradición y, sobre todo, por la respuesta que dio el público a la invitación lanzada por la artista para que acudiera a esta procesión cívica del siglo XXI a reclamar su protagonismo. Uno de los objetivos, reconocía la propia artista cuando dio a conocer la obra, es la recuperación de la participación comunitaria en los espacios públicos en un intento de volver a conectar a la ciudadanía tras la desconexión que entiende que se ha producido desde la llegada de los dispositivos móviles a nuestras vidas.
Tras reunir al público en la Puerta de la Mejana y conducirlo a través de dos pasacalles por el Casco Antiguo guiados por los pájaros (con música de bombardinos que hicieron sonar Paula Adrián y Sandra Serrano), el espectáculo llegó hasta la Plaza Vieja. Junto a la Catedral retumbaron los sonidos de la tormenta (con las percusionistas Eliana Beltrán y Rocío Campaña) que dieron paso al bloque central de la intervención protagonizada por María Herrera, Susana Fernández, Laura Con Samo, Sandra Miranda, Susana Fernández, Ndey Fatou, María Eneva, Rositsa Atanasova y Melodía Jiménez cuyas voces han servido para ensalzar el folclore de la ciudad desde la diversidad y para recordar a las mujeres de nuestra historia con referencias a La Gamellera (acusada de brujería), Antonia Caparroso, Adriana de Egués o María Forcada, mecenas cuyo trabajo tiene mucho que ver en que Tudela haya podido disfrutar de la intervención de Merche Blasco.
Fue la propia artista la encargada de protagonizar el bloque final de «Téntere Nublo» haciendo sonar un sintentizador creado con alcachofas.
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