Siempre hemos pensado que nuestro querido Moncayo estaba protegido, que era un lugar privilegiado, un remanso de paz, una excursión agradable, incluso, hemos ido con garrafas para recoger agua.
Estos días se ha celebrado en Tarazona unas jornadas sobre los acuíferos del Moncayo bajo el título “Sin agua no hay futuro” y al regresar a Tudela he venido con cierta rabia y desasosiego al enterarme que hay vertidos incontrolados en toda la cuenca y en los alrededores de esta montaña.
Parece ser que han sonado todas las alarmas sobre todo en el embalse del Val situado en Los Fayos, un pueblecito a 9 minutos de Tarazona. Todo indica, que en este pantano van a parar todas las aguas residuales de empresas que cogen agua limpia de los nacederos y depositan sin ningún tipo de control sus residuos en los acuíferos que van a parar a esta presa. Por otro lado también están los fluidos y heces (Purines) de granjas que hacen lo mismo y además, ahora quieren poner una macrovaquería de 20.000 cabezas de ganado en Noviercas un pueblecito a 13 minutos de Ólvega provincia de Soria.
Es tal la contaminación que tiene el embalse del Val que está considerado como el de peor estado de toda la cuenca del Ebro, en estos momentos, no apta para el consumo humano. Según denuncian los vecinos de la zona a través de diferentes analíticas, se están vertiendo áridos, fósforo y nitrógeno y también denuncian que el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro “están pasando de este tema”.
El pantano del Val fue construido en 1997 y se terminó de llenar en el 2003, su principal objetivo era almacenar agua potable, costó cerca de los 90 millones de euros pero como se está viendo, no cumple ni de lejos su propuesta inicial.
Se está formando un movimiento «en defensa de las aguas del Moncayo que incluye a ayuntamientos y colectivos de la parte aragonesa, Navarra y Soria
Por otro lado, se sabe también que Ólvega está llegando al colapso con el tema del agua y es tanta la preocupación, que más allá de lo que se haga desde los partidos políticos, ya se está formando un movimiento «en defensa de las aguas del Moncayo” que incluye a ayuntamientos y colectivos de la parte aragonesa, Navarra y Soria».
Además solo estamos hablando del agua superficial, el agua subterránea que se filtra, es tan importante o más, por eso deberíamos tener muy claro que el que contamina paga, no podemos permitir que el agua del Moncayo nos llegue en estas condiciones y no debemos estar impasibles ante este tema. El año pasado sin ir más lejos, se consiguió no traer residuos de Guipúzcoa y cerrar definitivamente la central nuclear de Garoña gracias a la movilización ciudadana.