[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]El tudelano David Orgambide es un auténtico campeón del ciclismo para los riberos pues, después de coronarse tercero del mundo en pista, nadie puede poner en duda su excelente trayectoria deportiva. Comenzó a pedalear siendo un crío en el Club Ciclista Muskaria de Tudela, después se fue al Reyno de Navarra de Pista y aquí ha conseguido uno de sus mayores éxitos desde que compite. Ahora ha decidido regresar a la ruta con el Club Ciclista Eibarrés, pero para la historia y para su palmarés personal queda ese tercer puesto mundial conseguido en Suiza en el verano de 2016.
¿Cómo viviste esta experiencia?
Fue una sorpresa. El año anterior ya fui a los Europeos pero ir a los mundiales es algo muy bonito y abrumador porque no te puedes hacer a la idea de la gente tan buena que compite y, por supuesto, la experiencia la volvería a repetir.
Hubo que echar mano de foto finish porque fuiste tercero por milímetros.
Así es. La verdad es que, nada más terminar la carrera, me veía como cuarto porque me fijé por error en el marcador del orden de salida, cuando en realidad era tercero en el resultado final de la carrera. En un principio me enfade al verme cuarto porque ya me veía con la medalla de chocolate, que te deja muy mal sabor de boca. Sin embargo, cuando se actualizaron los resultados me sentí muy feliz de ser el tercero del mundo.
En las imágenes de televisión se puede ver cómo das el último empentón y fue ahí donde sacaste la casta de tu condición de tudelano y ribero.
Efectivamente. Me lo tuve que currar hasta el final porque ahí nadie regalaba nada.
Tras este histórico éxito, has decidido regresar al ciclismo en ruta, y lo haces en el Club Ciclista Eibarrés, ¿Cómo afrontas esta nueva etapa?
Con muchas ganas y la ilusión de intentar hacerlo lo mejor posible. Sé que al principio me costará adaptarme porque en Sub 23 corres con la gente que la próxima temporada estará en profesionales corriendo el Tour de Francia, la Vuelta a España o el Giro de Italia. Incluso en Sub 23 participas en carreras contra ciclistas que han bajado de profesionales porque sus equipos han desaparecido.
Y tú que quieres ser, ¿rodador, sprinter, escalador, gregario?
Por mi fisiología no puedo subir lo mismo que uno que pesa 50 kilos, por eso prefiero el sprint, porque vengo de la pista pero, en cualquier caso, intentaré compaginar todo.
¿Por qué vas a un club tan lejano?
Lo cierto es que la pista es un deporte minoritario que no recibe mucho apoyo y, cuando sales de aquí para regresar a la carretera, los equipos de España no terminan de reconocerte porque no te han seguido. Algo que no ocurre en otros países y seguramente aquí debería haber un cambio de cultura deportiva en este sentido. En cualquier caso, lo bueno que tenemos es que hay buenos equipos de carretera a nivel mundial y finalmente he podido fichar por el Club Ciclista Eibarrés.
¿Quizá sería conveniente que los equipos más cercanos a Tudela dieran más opciones?
No estaría mal, pero hay que reconocer que no puede haber un equipo en cada pueblo, por falta de patrocinadores, y en nuestra zona tenemos que asumir que existen en Pamplona y en Zaragoza. De todas formas, estoy muy contento de haber fichado por mi actual equipo.
¿Y los entrenamientos?
Voy siempre que puedo a Eibar, porque hay que tener en cuenta que son tres horas de viaje. Eso no quiere decir que no entrene por mi cuenta por nuestras carreteras de Navarra, La Rioja, Soria y Aragón ya que prácticamente todos los días salgo para hacer unos 80 kilómetros, ahora en invierno.
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