Todavía es temprano para cuantificar y cifrar las consecuencias de la última riada en los campos, con miles de hectáreas aún afectadas que hacen todavía imposible llegar a ciertos puntos para valorar las consecuencias que ha tenido en la Ribera.
Buñuel es una de las localidades en las que se ha vivido con mayor inquietud esta última crecida debido a que todavía están muy presentes las consecuencias y la fuerza con la que entró el río en 2015. Esta vez, comenta su alcalde, José Antonio Lasheras, las motas han aguando «hemos salvado el pueblo y parece que hemos salvado el mundo, pero tenemos todos nuestros campos anegados».
Junto a los técnicos, Lasheras repasa en estos días el estado en el que han quedado las «defensas» de la localidad frente al río. «Estamos en fase de emergencia y hemos comenzado a valorar las actuaciones más urgentes para reparar las motas dónde han quedado más dañadas. Han aguantado, pero están muy estropeadas y con la retirada del agua, la mota se ha ido detrás en muchos puntos que hay que reparar en cuanto se pueda, no vaya a ser que ahora con una pequeña subida del caudal nos entre la riada».
También se trabaja junto a los agricultores de la localidad. Algunos ya están pudiendo acceder a sus parcelas para librarlas del agua y valorar posibles daños en tajaderas, acequias y caminos. La superficie agrícola afectada en Buñuel se estima entre 1.000 y 1.500 hectáreas afectadas, muchas preparadas para los cultivos de primavera, «plantas que en muchos casos ya están pedidas», recuerda el alcalde de la localidad.
Respecto al resto de infraestructuras, Lasheras señala que ya ha podido ponerse en marcha la depuradora, permitiendo sacar el agua retenida en parcelas y en la zona del Paseo de las Damas. Entre los daños destaca la carretera NA-5211 que une la localidad con las Bardenas, y que prácticamente se ha hundido en un tramo.
«Que se limpie el río es un clamor»
Para el alcalde de Buñuel, la solución a la incertidumbre con la que viven las localidades de la Ribera del Ebro cada final de invierno y comienzo de la primavera pasa por la limpieza del río. «El clamor de todos los afectados es que se limpie el cauce, es lo único que está pidiendo la gente», y recuerda a los ecologistas que la limpieza nada tiene que ver con el dragado del río. «Aquí se habla de artes tradicionales, de la entrada del ganado en los sotos y riberas, que se pueda recoger la leña seca y, por su puesto, que se puedan extraer las gravas del río de donde se establezca».
No valen las excusas de que vale mucho dinero, señala el alcalde de Buñuel. «Hay graveras en mi localidad que me están pidiendo desmontar campos de cultivo cuando tienen esas mismas gravas en el río y entrarían a por ellas gratis. Solo es necesario, regularlo, establecer unas concesiones y que las empresas puedan optar por ello», apunta.
Durante estos días han pasado por Buñuel la Ministra de Medio Ambiente, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro y el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. «A todos ellos les hemos trasladado nuestra reivindicación y la urgencia de las soluciones. A nivel económico sus consecuencias nos condicionan. Las ayudas por la riada de 2015 se cobraron en junio de 2017 y hasta que no vino el dinero a la localidad no hemos podido invertir. Hay que adelantar mucho dinero, nos cuesta mucho tiempo recuperarlo y, en ese tiempo, se hipoteca a una localidad como Buñuel», denuncia Lasheras.
Presencia de la UME
Estos días hemos podido ver como la Unidad Militar de Emergencias se ha sumado a los trabajos para minimizar las consecuencias de la crecida del río Ebro pero únicamente en la proovincia de Zaragoza. ¿Por qué la UME no entra en Navarra? es una de las cuestiones que quiere que se conteste el alcalde de Buñuel y así lo va a plantear UPN al Ministerio. «No tiene sentido que intervenga en Novillas y en Buñuel tengamos que alquilar una pala para atender nuestras necesidades mientras hay otras tres máquinas paradas en Novillas. Es una pregunta que me gustaría que nos respondan para poder reclamar donde corresponda», señala el alcalde de Buñuel.
