Parte del equipo de trabajo social del área de salud de Tudela
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La pandemia ha puesto en primera línea al Trabajo Social, un área acostumbrada a trabajar de manera callada y que en esta ocasión ha desarrollado una labor fundamental para conseguir debilitar el impacto del virus en nuestra sociedad.

Es un ámbito que conoce a la perfección el tudelano Santiago Urmeneta Aguilar, que lleva 27 años dedicado al trabajo social en el ámbito sanitario y de cuya coordinación en el área de salud de Tudela se encarga desde hace un año y 9 meses.

Resume 2020 como un año de profundos cambios e inevitablemente marcado por la pandemia. «Un año duro y difícil para toda la ciudadanía, para todos los sectores, en especial el sanitario, y donde el equipo de trabajo social, como el resto de profesionales de salud hemos tenido que aprender y adaptarnos a los continuos cambios, a combatir el impacto de la pandemia en las hospitalizaciones, Atención Primaria y en Salud Mental».

A nivel profesional, recuerda, han sido unos meses de muchas emociones. «Hemos estado con los pacientes y sus familias, abordando las necesidades sociales derivadas de la pandemia y acompañando en momentos de miedo y soledad, pero también de solidaridad y apoyo de redes sociales que surgieron de forma espontanea en la comunidad para ayudar con nuestra intervención a aquellas personas que lo necesitaban, sobre todo cuando existían dificultades para mantener el aislamiento en el domicilio. Me quedo con uno de los aprendizajes más importantes de esta crisis por la Covid19: la Unión, el sentirnos unidos tanto los profesionales como la ciudadanía permitirá el ir avanzando en este túnel donde la luz está cada vez más cerca, y quiero lanzar un mensaje de optimismo en el que cada uno de nosotros aporte desde la corresponsabilidad llegar a una nueva época post covid con mayores niveles de salud, de igualdad y solidaridad».

La pandemia, asegura, ha mostrado muchas caras «y a nosotros nos ha tocado aportar la dimensión social, colaborando en dar respuestas a los problemas de salud, que sean integrales y que se tengan en cuenta a las personas y familias con mayor riesgo de vulnerabilidad social. Por eso es importante que las respuestas sean multidimensionales y transversales, esto es una evidencia contrastada, ya que las condiciones sociales (Vivienda, laborales, económicas,…) han influido como determinantes sociales en la evolución de la pandemia».

Considera que no hay que buscar culpables en todo lo que nos está tocando vivir. «Han sido meses muy difíciles para toda la sociedad. El objetivo es aprender de los errores y adoptar medidas de carácter sociosanitario que nos permitan conseguir una sociedad más responsable y más justa, sin dejar a nadie atrás». Eso sí, no duda en pedir responsabilidad para los días que vamos a vivir. «La Navidad se espera como época de reencuentro familiar, amistades…, y todos tenemos muchas ganas pero no debemos olvidar lo que hemos pasado, de los que nos han dejado,…en este momento debemos comportarnos con responsabilidad para evitar exponernos y sobre todo exponer las personas más frágiles, como son grupos de riesgo nuestros mayores, familiares con enfermedades crónicas,..etc, desde la propia conciencia y conducta individual. Tenemos que propiciar encuentros familiares y de amistades con seguridad, siguiendo las recomendaciones que evite contagios y con ello logremos entre todos que no haya en los días siguientes una nueva ola, en el recuerdo están las «no fiestas» del verano,.. con lo que ello supone».