Santi González ha decidido poner punto final a su carrera como entrenador. Tras una vida entera dedicada al fútbol, y actualmente al frente del Calatrava de Fitero, el técnico ha anunciado que esta será su última temporada en los banquillos. “En mayo cumplo 60 años. Es el momento de decir adiós”, reconoce con la serenidad de quien ha entregado al fútbol tiempo, alma y corazón.
Su última temporada no está siendo fácil. El Calatrava se mueve en la zona media baja de la clasificación, pero con la veteranía ya no se buscan excusas. “Los rivales no han sido mejores y siempre hemos peleado. La falta de entrenamientos por estudios o trabajo de muchos jugadores nos ha condicionado, pero este equipo ha mantenido siempre un ambiente impresionante”, subraya.
«Siempre llevaré a Fitero en el corazón»
Consciente de la dificultad de mantener un proyecto deportivo en una localidad pequeña como Fitero, González valora, por encima de todo, la implicación de la plantilla y el respaldo incondicional de la afición. “Hay que reconocer que Fitero tiene mérito. Sacar adelante un equipo cuando la gente joven se va fuera no es sencillo. Pero aquí lo hacen posible”, explica. «La gente es encantadora, la afición es impresionante. Aquí te aplauden aunque pierdas, si has dado todo. Eso no se ve en muchos sitios», asegura.
Trayectoria
Santi González ha recorrido casi la totalidad de la geografía futbolística de la Ribera: Ribaforada, Calatrava, Muskaria, Ablitense, Buñuel, Cabanillas, Murchante, Valtierrano han sido alguno de los equipos a los que ha dirigido con entrega. “He pasado por muchos clubes, pero tengo que reconocer que de Fitero me llevo algo especial. Me han robado el corazón”, confiesa.
Más allá de los resultados, el entrenador se queda con los lazos que ha forjado. “El haber subido con un equipo o vivido una mala temporada queda en un segundo plano cuando te llevas el cariño de los jugadores, de los presidentes y de la afición. Eso vale mucho más.”
Apasionado del fútbol
Santi González reconoce que el fútbol ha cambiado mucho. Antes, los chavales “no dormían la noche anterior si les llamaban para jugar con el equipo mayor”; hoy, el deporte convive con muchas otras ofertas de ocio. Pero su compromiso se ha mantenido intacto hasta el final. «Siempre he asumido que ser entrenador es un segundo trabajo, y hay que estar al pie del cañón”, apunta.
Reconoce que no es la primera vez que anuncia su retirada, aunque esta vez asegura que es definitiva. “Muchos lo leerán y dirán que volveré, pero esta vez no. Paso página”, sentencia.