-- Publicidad --

Monica Rández está al frente del equipo de enfermeras y auxiliares que estos días combate en primera línea con la Covid-19 en la tercera planta del Hospital Reina Sofía y Hospitalización a domicilio, epicentro de la lucha sanitaria que mantiene el área de salud de Tudela desde que el pasado 8 de marzo se registrase el primer ingreso provocado por la pandemia.

Los peores días han pasado, asegura la enfermera tudelana, que tras ver las primeras medidas de relajación del confinamiento pide a la ciudadanía que no baje la guardia. «Algunas de las imágenes que se han visto han hecho que nos llevemos las manos a la cabeza. Quienes hemos estado en primera línea y hemos visto todo el sufrimiento que causado por la pandemia en el personal, en los profesionales, en los pacientes y en los familiares nos provoca miedo que todo ese esfuerzo haya sido en vano, la gente no se lo tome en serio y podamos volver a tener otro repunte que eche abajo todo lo que hemos logrado hasta ahora. Se trata de avanzar, de ir hacia adelante, no hacia atrás», reclama.

Todavía están cerca las intensas horas de trabajo por las que ha pasado todo el equipo de profesionales durante las últimas seis semanas, con una plantilla que ha crecido hasta las 45 enfermeras y las 31 auxiliares, duplicando la capacidad de respuesta de la planta y reforzando el equipo de Hospitalización a domicilio, para hacer frente a la carga de trabajo que han ocasionado los casos de la Covid-19. «Han sido días de incertidumbre e inseguridad hasta que hemos ido conociendo la patología. También había miedo a contagiarse, de llevarlo a tu casa y poner en peligro a tus hijos y tu familia. El apoyo que hemos tenido entre nosotros ha sido fundamental, tanto por las ganas que ha puesto el personal que ha venido de otros servicios como el propio personal de la planta a los que tengo que agradecerles su trabajo y que hayan dado el callo al cien por cien», asegura.

Equipo de Atención Domiciliaria

A nivel profesional se queda con la experiencia de tratar con una nueva y compleja patología como la Covid-19 pero sobre todo, reconoce que el trato humano con los pacientes y el resto de los compañeros ha sido una experiencia que difícilmente se va a olvidar. «Todo el mundo ha venido con unas enormes ganas de ayudar. Han llegado festivos, vacaciones de Semana Santa y aunque estuviéramos agotados se han ofrecido a venir si hacía falta. Nunca jamás se les ha oído una queja», agradece.

Ha habido momentos duros, asegura, pero hasta los profesionales ha llegado todo el apoyo de la sociedad, desde los aplausos de cada tarde a gestos de empresas y particulares que, asegura la enfermera, «nos han hecho ser conscientes de que la gente se está acordando de los que estamos trabajando».

«Pienso que hemos estado protegidos»

El colectivo de profesionales sanitarios ha sido uno de los más expuestos al Covid-19 y ha sufrido un elevado índice de contagios. En el caso de los profesionales de la 3º planta del Hospital Reina Sofía se han producido algunos contagios, «en principio en un número que no resulta reseñable para el alto número de casos que hemos tratado y la cantidad de gente que hemos estado en la plantilla», explica Rández. «No han faltado materiales de protección aunque es cierto que en alguna ocasión hemos tenido que reutilizar. El material que se nos ha aportado ha contado con la aprobación de riesgos laborales y creo que, afortunadamente, hemos estado bien protegidos».