Rosa García recibía el galardón de AER por una vida dedicada a un proyecto empresarial que le ha llevado a estar en lo más alto del mundo de la decoración y el interiorismo. En la gala, aseguró representar a su familia en la larga trayectoria empresarial que ha llevado a cabo.
Rosa García agradecía un premio del que, apuntó, “solo soy la portadora, el resto como saben es el resultado de una familia unida que trabaja con ilusión, constancia y sacrifico para hacer el trabajo cada día mejor”. García agradeció a todo su equipo “haber sido diferentes y llegar hasta donde hemos llegado y hacer un nombre de reconocido prestigio en el mundo de la decoración”. También tuvo palabras de agradecimiento a su marido, Enrique Sáenz. “He tenido la gran fortuna de contar con su inteligencia, talento y buen hacer. Ha sabido guiarme en esta travesía y, con el mejor de los éxitos, ha dirigido esta empresa”.
“Las empresas familiares”, recordó, “pocas veces alcanzan la tercera generación. En Rosa García, esa tercera generación, está hoy en primera fila. Y además, sabedores del esfuerzo de sus padres, y de la responsabilidad que tienen, están preparados para seguir creando belleza y decorar los mejores rincones del mundo”.