Era inevitable que después de premiar a Bohemian Rhapsody, retrato de la vida de Fredie Mercury, no hubiera otro biopic sobre otra estrella de la canción: Elton John. El director Dexter Fletcher (Amanece en Edimburgo), que acabó algunas escenas del film de la vida del líder de The Queen, firma este film que ha contado con el beneplácito del cantante británico. El film lo protagonizan: Taron Egerton, Jamie Bell, Richad Madden y Bryce Dallas Howard.
Arranca el film con Elton (Taron Egerton) travestido de diablo, irrumpiendo en una sesión de Alcohólicos Anónimos declarando: soy adicto al alcohol, a las drogas, a la cocaína, al sexo y a las compras”. Mediante diversos flash back, conocemos al niño prodigio Reegie Dwight (nombre originario), y cómo se inicia en la Real Academia Real de Música, en contra de su madre Sheila Eileen (Bryce Dallas Howard). Pronto este joven descubre que su verdadera pasión es el rock. Al unirse al letrista Bernie Taupin (Jamie Bell), iniciará la carrera hacia el éxito.
A pesar de ser una estrella internacional, se siente solo porque ni el lujo, ni la fama, ni la relación que mantiene con su manager John Reid (James Madden) le llenan; al contrario, se siente puro objeto de fabricar dinero. El éxito, las adicciones al sexo, a las drogas, acaban empujándolo a un intento de suicidio en su propia casa, hasta que en un momento dado, decide reinventarse…
El director Fletcher con respecto a Bryan Singer, no rehuye en mostrar las adicciones al sexo, drogas, alcohol del cantante británico, algo que nos ocultaron en la edulcorada vida de Mercury en Bohemian Raphsody. Es cierto que la narración decae al relatar los desencantos amorosos, la asunción de su homosexualidad, el rechazo del padre, por seguir la senda trillada en este tipo de biografías. El film acierta al usar las canciones como pretexto para crear esos números musicales, como Rocketman, canción que da título al film o con Crocodrile Rock que se origina en el Troubador Club, donde se nos apunta la dirección que toma el film. Los números musicales no sólo son explosión de imágenes, algunas oníricas, sino elementos que hacen fluir la narración positivamente.
El actor Taron Egerton canta realmente los hits del cantante británico, y sabe dar con el registro de emotividad, (excelente, cuando canta Your Song delante de su madre), de exceso o sobriedad, según requiera el momento, mostrando las múltiples aristas del genio Elton John.
En definitiva, un biopic que retrata el ascenso, caída a los infiernos y renacer de un músico que arrinconó al pequeño genio Reegie Dwight, para alumbrar al legendario, excéntrico, al genio Elton John.