Hacía muchos años que nos conocíamos y nos queríamos. Pero habrá mucha gente que no sabe lo que le debe a Rafa Sánchez Sangüesa. Ecologista desde los tiempos en los que poca gente lo era, coherente con su pensamiento en su forma de vida, humorista como solo pueden ser quienes nacen ya con esa chispa, cantante en todos los karaokes del lugar, aficionado al cine-forum, activista, dinamizador, organizador en el festival de danza de Arte y Movimiento, buena gente, buen amigo, buen profesor, generoso, y amante de los buenos platos. Y mucho más, porque Rafa era vital y hacedor de buena vida.
Defendió una forma de vida más amable y acorde con la naturaleza. Podríamos hablar de muchas causas a las que dedicó su tiempo y esfuerzo: fuentes de energía respetuosas con el medioambiente, transporte público por un tren social, Yesa, Itoiz, agricultura ecológica, urbanismo amable, desmantelamiento del polígono de tiro de las Bardenas, centrales térmicas, y tantas otras. Pero quiero destacar una por la que Tudela y los pueblos de alrededor le debemos mucho, una en la que demostró que se pueden unir voluntades muy diversas, generaciones diferentes, ideas políticas distintas, e incluso ganar; me refiero a su oposición a la incineradora que se iba a montar en Tudela. Rafa se opuso desde el principio, formó e informó a quien quiso escucharle, fuese cargo público o ciudadana de a pie. Impulsó la Iniciativa por una Ribera Sana, ideó movilizaciones originales, y organizó la fiesta final. Porque esta lucha sí la ganó, sí la ganamos. Gracias a Rafa y a quienes le acompañamos en su empeño, Tudela y los pueblos de alrededor hoy no respiramos la contaminación producida por una incineradora de neumáticos. También participó en causas aún no ganadas, haciendo especial hincapié en el desmantelamiento del polígono de tiro de las Bardenas y en la calidad del aire en nuestro entorno.
Estas son solo unas pocas de las muchas razones para recordar a Rafa, para llorar su muerte y para celebrar su vida. Tuvimos la suerte de tenerle cerca, de disfrutar de él, de vibrar a su lado por muchas causas. Gracias, Rafa, nunca olvidaremos tu ruda ternura, tu adoración por tu compañera Elena con quien formabas tan singular pareja, tu tesón, tu trabajo en Ecologistas en Acción, en la Asamblea Antipolígono, en el movimiento cultural, en la calle. Has hecho historia e intrahistoria. Te debemos mucho. Nos quedó pendiente inaugurar tu nuevo hogar. Nos quedaron pendientes muchas ilusiones y trabajos. Los seguiremos con tu memoria presente. Gracias amigo y compañero. Hasta siempre.
Milagros Rubio