2020 y 2021 serán recordados por el Covid19, que en Navarra se ha cobrado la vida de más de 900 personas. Desde aquí quiero enviar un afectuoso abrazo a sus familiares y amigos.
La pandemia ha supuesto un cambio drástico en nuestro día a día, en nuestra manera de relacionarnos, de trabajar, de comportarnos. Lógicamente, también está teniendo duras consecuencias económicas y en términos de empleo. Lamentablemente, son muchas las personas y las empresas que ya se han quedado atrás y también lo son las que miran el futuro con preocupación y angustia.
Sería engañoso afirmar que lo peor ya ha pasado. Confiemos en que sea así en términos de incidencia del virus si no hay una tercera ola, pero es innegable que tenemos por delante unos meses aún muy complicados en el ámbito económico, laboral y social.
Dicho eso, con la misma convicción también afirmo que Navarra y la Ribera van a ser capaces de superar este duro golpe con el empuje, el tesón y la nobleza de los navarros y las navarras y gracias a la fortaleza de su sistema sanitario, de su sistema de protección social y de su estructura productiva, fruto de muchos años de trabajo y de la toma de decisiones valientes y adecuadas, alejadas del cortoplacismo que estamos viendo en estos últimos años.
En este contexto, UPN ha sabido estar, una vez más, a la altura de las circunstancias. En todos estos meses hemos tendido la mano a los ciudadanos y al Gobierno de María Chivite. Con sinceridad. Con lealtad. Con responsabilidad. Pensando siempre en lo mejor para Navarra y, cómo no, para la Ribera.
Pero Chivite no ha tenido en cuenta nuestra propuesta y ha elegido seguir profundizando en su pacto con Euskalherria Bildu, formación que, además de seguir sin condenar la violencia de ETA, quiere crear, como así ha declarado públicamente en fechas recientes, la República Vasca con Navarra dentro. No nos parece que gobernar de la mano del independentismo sea el camino más adecuado, mucho menos en esta situación tan compleja.
Por el contrario, somos una amplia mayoría los que queremos unas políticas moderadas, alejadas de posturas radicales. Los que queremos construir Navarra desde los valores de progreso, dignidad democrática y honestidad política. Desde el cumplimiento de las promesas electorales y la fidelidad a la palabra dada. Los que queremos que se respete nuestra libertad para, por ejemplo, elegir la educación que queremos para nuestros hijos. Los que no queremos que se nos imponga el euskera ni se nos penalice por no saberlo.
Somos muchos los que queremos vivir en una Navarra orgullosa de sí misma. Con sus fueros, sin necesidad de que la tutelen desde Bilbao ni desde Madrid. Una Navarra pionera e innovadora, igualitaria, que se preocupe por los jóvenes y por los emprendedores.
Una Navarra que quiere volver a jugar un papel destacado en España y en Europa. Orgullosa de su historia y de sus tradiciones. Orgullosa de su bandera. Orgullosa de sus pueblos y ciudades.
Una Navarra abierta al mundo. Moderna. Que siga progresando. Una Navarra que mira al futuro con optimismo y confianza y que quiere vivir en paz, sin hacer blanqueamientos de ningún tipo.
Querer es poder, y somos muchos los que queremos. Por eso, para lograrlo tan solo tenemos que poner todos de nuestra parte. Desde UPN así lo vamos a hacer.
Os deseo a todos que paséis una feliz Navidad y que, siempre desde la responsabilidad, la celebréis con la esperanza y la confianza de que, sumando juntos, Navarra va a remontar.
Javier Esparza Abaurrea es Presidente de UPN