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Solo un 3% de la población de Tudela ha participado en los “mal llamados” presupuestos participativos del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tudela. ¿Por qué? Sencillamente porque no han apostado por la participación ciudadana. Lo que han hecho es presentar un menú cerrado de proyectos, que ellos mismos previamente habían filtrado, organizado y elegido unilateralmente. Por lo tanto, en absoluto se pueden considerar un proceso abierto y participativo, en los que vecinos y vecinas de Tudela puedan colaborar en la elaboración del presupuesto municipal 2017.
Este direccionamiento hacia unos proyectos elegidos por el alcalde y su equipo no ha conseguido despertar el interés de la ciudadanía ya que, de las cuatro charlas informativas que se iban a celebrar en distintos puntos de la ciudad, pasaron a dos. Los datos son los que dan la razón, la suma del aforo de ambas rondaba las 30 personas. Esto respalda la idea de cómo han enfocado estos presupuestos, sumándose a la escasa dotación prevista para esta partida de 120.000€. Partida que, cómo no, me alegra hayan elevado tras las votaciones a 190.000€. Que nadie dude de mi total apoyo a que se ejecuten los tres proyectos completamente y así ayuden a mejorar la accesibilidad y los servicios de Tudela, pero también debo decir que me deja una sensación agridulce. Y esto es porque un incremento a posteriori de más del 58% deja claro la escasa previsión en el cálculo de la partida y mis dudas de si ello hubiere influido en el número de votantes y en los resultados de los proyectos elegidos.
Sé que algunos ponen como excusa que el presupuesto previsto es menor al que había antes de la crisis porque también el presupuesto general lo es. Sin embargo analizando el siguiente dato creo que se puede aclarar esta cuestión y es que anteriormente se dedicaba a esta partida un millón de euros lo que suponía un 1,67% del presupuesto general y ahora, teniendo en cuenta la cifra aumentada, es solo de un 0,51% del presupuesto actual.
Esta afirmación ratifica esa escasa participación del 3%. En definitiva, si queremos que los presupuestos participativos lo sean realmente, deben dejar que la ciudadanía elija directamente los proyectos y los vote. Esos sí serán proyectos que salen de las necesidades reales de la gente que vive en Tudela, consiguiendo lo que algunos llaman democracia directa.