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El Partido Popular de Tudela ha vuelto a insistir en que el cambio de nombres de las calles del Barrio de Lourdes es una medida innecesaria y que el propósito del equipo de gobierno «es algo injustificado dado el escaso simbolismo que tiene para los ciudadanos y ya nadie lo relaciona con el franquismo».
El concejal José Suárez entiende que con el paso de los años los nombres de las calles del Barrio de Lourdes «han desaparecido como símbolo y ya no tienen ningún carácter de enaltecimiento del franquismo y por lo tanto no tiene cabida en ellas la aplicación de la ley de memoria histórica». La opinión, ha reconocido, puede ser discutible, del mismo modo que la que sostiene el equipo de gobierno o cualquier otro ciudadano. «La ley dice que hay que cambiar los nombres de las calles que supongan exaltación y, hoy en día, estas calles carecen de ese valor simbólico y por lo tanto no incumplen la ley», ha insistido Suárez.
Tanto Suárez como la portavoz municipal del PP, Irene Royo, han reconocido que «sería un fracaso» que el cambio de nombres de las calles del Barrio de Lourdes tuviera que ser resuelto por la justicia poniendo el duda el imperativo legal que defiende el alcalde, Eneko Larrarte, y han hecho un llamamiento a todos los grupos del ayuntamiento para retomar la mesa que se creó para abordar este asunto. «Creemos que el consenso es posible, que se puede evitar este trastorno a los ciudadanos y que el poco carácter simbólico desaparezca», han señalado.
Para ello, los concejales del PP han recogido el guante lanzado por algunos de los vecinos en las reuniones que se han celebrado en el Barrio de Lourdes, como eliminar los nombres propios dejando solo los apellidos, y han puesto como ejemplo la Calle Manresa, utilizada por el franquismo en su momento y que no se ve afectada por la ley de memoria histórica por la resignificación que se ha producido con la misma, han recordado los concejales populares.
Asimismo Suárez ha sido muy crítico con el proceder del equipo de gobierno en la gestión de este asunto que ha calificado como «desastrosa». Ha acusado al equipo de gobierno de no dialogar, de no tener voluntad de consenso, de olvidarse de la mesa creada con partidos y asociaciones, de realizar convocatorias desde un punto de vista partidista y «mitinero», de convocar actos informativos que no han favorecido el dialogo por la presión mediática, de obviar los intereses de los vecinos y priorizar planteamientos ideológicos por delante de los intereses de los vecinos e incluso de querer saltarse la propia ley al plantear los nombres para las calles sin que existiese un registro con los nombres de las calles a cambiar, ha denunciado Suárez.
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