La consulta o referéndum, es sin duda una herramienta muy interesante para dilucidar sobre determinados temas con la participación popular, pero no se puede ni se debe, aplicar a todo tipo de reivindicaciones, como si fuera una pócima para resolverlo todo.
Un referéndum no es una buena propuesta y puede orientar la movilización en una dirección inadecuada, generando expectativas que finalmente no conduzcan a ningún lado
Hay no pocas cuestiones que para las gentes que nos manejamos con principios de izquierda están por encima de lo que en un momento determinado opine la mayoría de la población, aunque siempre habremos de tener muy presente dicha opinión.
Desde nuestro punto de vista, someter la continuidad o no del Polígono de tiro de las Bardenas a los resultados de un referéndum o consulta no es una buena propuesta y puede orientar la movilización en una dirección inadecuada, generando expectativas que finalmente no conduzcan a ningún lado.
Estamos en contra de las guerras por principio y el Polígono de Tiro forma parte del entramado guerrero. Queremos que se acabe con todo ello y reclamamos a las autoridades que se comprometan en esta tarea. Es necesario que la población tome conciencia de la importancia del tema y se logren movilizaciones para responder a esta agresión, pero creemos contraproducente enfilar el tema al referéndum para poner a la gente en la tesitura de elegir si quiere o no el Polígono, porque desde un punto de vista pacifista y antimilitarista no cabe otra opción que pelear con uñas y dientes por quitarnos de encima esta instalación que solo sirve para hacer ensayos que conducen a la muerte y desolación. Y esto hay que hacerlo al margen de los resultados de cualquier hipotética consulta.
Sería una barbaridad que alguien propusiera resolver cosas que recortan la libertad o perjudican directamente a la salud o a la seguridad empleando la vía referéndum
Lo mismo podemos decir con múltiples asuntos como el aborto, centrales nucleares y todo lo que afecta a los derechos humanos. Sería una barbaridad que alguien propusiera resolver estas cosas que recortan la libertad o perjudican directamente a la salud o a la seguridad empleando la vía referéndum o consulta.
Aunque nunca fue un asunto central de nuestras propuestas, es cierto que la Asamblea Antipolígono en su día apoyo la posibilidad de una consulta sobre el tema, pero como resultado de una reflexión colectiva sobre la base de los argumentos arriba indicados, acordamos eliminar esa propuesta. Estudiamos también la situación dada en un campo de tiro cuya población había hecho consultas populares, y observamos la imposibilidad de que fuesen vinculantes y la frustración de la gente que había votado su desmantelamiento. Además, nuestras convicciones militaristas fueron creciendo y entendimos que no es coherente defender una consulta cuyo resultado no aceptarás si no coincide con el desmantelamiento. Somos un colectivo vivo en la acción y en el pensamiento y en esto y otras cosas modificamos nuestras posiciones sin que ello nos suponga ningún problema. Por suerte, no nos quedamos anclados para siempre en posiciones rígidas porque entendemos que la experiencia, la reflexión y la observación nos permiten evolucionar para bien de nuestro colectivo. Tampoco nos entretenemos en revisar el pasado de otros colectivos para entresacar supuestas contradicciones que en realidad no lo son. Tenemos otras cosas más interesantes que hacer. Nos dedicamos a lo nuestro, a trabajar sin descanso para desmantelar el polígono de Tiro de las Bardenas.
Eso si, respetamos a las gentes y colectivos que hacen de la consulta sobre el Polígono de Tiro un eje central de sus propuestas. Nos limitamos a expresar nuestro total desacuerdo. Cada cual tiene perfecto derecho a abrirse camino con lo que considera más conveniente. La consulta-referéndum no es nuestro camino y no lo apoyaremos.
Asamblea Antipolígono
Milagros Rubio
Eduardo Navascues