La pandemia mundial nos ha puesto a prueba. Nos ha examinado a nivel personal, social y también ha evaluado nuestra forma de trabajar. Las imágenes de calles desiertas que llegaban lejanas hace ahora justo un año, pronto agrietaron nuestra realidad y se hicieron con nuestra forma de vivir.
Hace doce meses, el COVID-19 resultaba ser un extraño. Sin embargo, su agresividad hizo que la sociedad se pusiera en alerta para frenar lo que entonces parecía un imposible.
Esta semana, un año después, recordamos de manera sentida a quienes no han podido hacer frente a la batalla contra el virus y también agradecemos el esfuerzo y la capacidad de superación de todos los profesionales sanitarios, de emergencias, fuerzas y cuerpos de seguridad por trabajar de manera incansable para doblegar la curva de contagios que dejaba el COVID-19; y además, a los empleados de todos los sectores que a lo largo de este tiempo han sostenido nuestro estado de bienestar.
Pero tengo claro que todo aquel esfuerzo podría haber resultado insuficiente si la ciudadanía no hubiera aceptado las medidas restrictivas impuestas por las autoridades sanitarias.
Transcurrido un año de las primeras noticias, podemos mirar al futuro de manera prudente, con esperanza… Y eso nos da aire. Sabiendo que la pandemia nos ha dejado evidentes aprendizajes. Por un lado, la situación extraordinaria ha demostrado al conjunto de la sociedad que juntos somos mejores, más fuertes y podemos avanzar de manera más firme. Y por supuesto, ha permitido estimar la importancia de los servicios públicos como la educación, la sanidad y los servicios sociales como motores fundamentales para mantener a las personas y evitar que nadie se quede atrás.
EL COVID-19 también ha reflejado la necesaria sintonía y coordinación entre instituciones como el gobierno foral, el estatal y el europeo, única vía para hacer frente a una pandemia global. Los socialistas estamos satisfechos de la relación fluida entre los gobiernos de María Chivite y Pedro Sánchez porque eso, sin duda, ha facilitado el acuerdo, la negociación y la adaptación de las normas que han permitido escuchar y apoyar a los sectores más vulnerables como consecuencia del virus.
Las cifras destinadas a hacer frente a esta pandemia son ingentes y han supuesto un esfuerzo económico para las arcas estatales y forales. Por esta razón, la pandemia también ha demostrado que una buena gestión, desde el prisma de las políticas progresistas del Gobierno de Navarra, ha sido fundamental para responder de manera inmediata a los retos surgidos.
Durante este año, el ejecutivo foral ha realizado más de 700.000 pruebas diagnósticas, ha planteado el plan de vacunación, con el que ya se ha inmunizado a más de 78.000 personas y ha destinado más de 225 millones de euros adicionales a los presupuestos. Una cifra que ha permitido mejorar los servicios sanitarios, apoyar a los sectores más golpeados por el COVID-19, remitir ayudas directas a las entidades locales para sus gastos extraordinarios y partidas específicas para apoyar a autónomos, hostelería o la gestión de los ERTES. En definitiva, líneas de ayudas para quien más lo ha necesitado. Una inversión que ha sido posible, entre otros, gracias a los cerca de 200 millones que Navarra ha recibido por parte del Gobierno de España. Y no sólo eso, está previsto la recepción de los fondos React de la UE, 148 millones de euros que tendrán por objeto sufragar gastos de sanidad, educación, derechos sociales o ayudas directas a sectores culturales, deportivos y comerciales.
El compromiso de los socialistas es nítido. Ahora, es tiempo de mirar al futuro de la mano del Plan Reactivar Navarra presentado por el Gobierno de Navarra y aprobado en el Parlamento foral. Este documento será la guía para adaptar las políticas a la nueva realidad y permitirá recuperar la economía de nuestra comunidad gracias a la transformación digital, la sostenibilidad y al cambio de modelo productivo.
Los socialistas entendemos Navarra en el marco estatal y europeo y por ello, estamos convencidos de la tenacidad de la Presidenta del Gobierno para defender proyectos líderes e innovadores que permitan la consecución de los fondos europeos Next Generation a favor de nuestra Comunidad. Son destacables cinco proyectos tractores que tienen que ver con la estrategia digital y de innovación, el sector agroalimentario, la modernización y sostenibilidad de las viviendas, el desarrollo del mercado del vehículo eléctrico y las energías renovables. Proyectos que juntos debemos respaldar e impulsar para hacer de Navarra una tierra pionera y líder en los nuevos retos.
Ramón Alzórriz
Secretario de Organización del PSN-PSOE
y portavoz de los socialistas en el Parlamento de Navarra.