El director surcoreano Bong Joon Ho (Rompenieves), sorprendió con este film en los pasados Oscar, logrando los premios a: mejor película, director, guión y película internacional. El film plasma cómo la lucha de clases continúa (ya lo dijo Marx que era el motor de la historia), y el capitalismo es ese agua que se cuela por cualquier grieta en una sociedad cada día más polarizada. La película narra la historia de la familia Taek en Seúl que vive en condiciones penosas, y gracias al hijo que dará clases a una niña rica, colocará a todos los suyos a trabajar para esta familia. Lo protagonizan: Son Kang-Ho, Jan Hye-jin, Choi Woo-shik.
La familia de Ki- Taek (Song Kang-ho), vive miserablemente en un sótano en Seúl. Un día, el hijo de Ki, Kiwoo (Choi Woo-shik), es buscado como profesor de inglés de Da-hye (Jun Ji so), hija del adinerado Sr. Park (Lee Sun -kyun). Después de conocer a la madre de Da-hye, la inocente Yeon Kyo (Cho Yeo- jong), y a su hijo Dansong (Jung Hyun-joon), Kiwoo idea un plan para colocar a todos los suyos al servicio de esta familia rica.
Kiwoo convence a la Sra. Park a contratar a Jesica, para motivar a su hijo Dansong. La terapeuta en realidad es su hermana Ki-Jung (Park So- Dam). Los dos hermanos logran que el chófer del Sr. Park y el ama de llaves sean despedidos, y en su lugar, contraten a su padre Kim Ki Taek (Son Kang Ho), y a su madre. Un día que los Park salen de excursión, la familia Ki- taek toma la casa hasta que la visita de la antigua asistenta cambiará el rumbo de los acontecimientos…
El director de Mother, utiliza el espacio arquitectónico como elemento narrativo, presentando el contraste salvaje entre los espacios abiertos de los Park, y el cuchitril, rodeado de ratas, inundable y angustioso de los Taek. Además, Bong Joon Ho, sitúa al espectador ante un dilema moral que le dificulta empatizar con los personajes, porque las acciones de unos poseen dramáticas consecuencias para los otros. La maestría del director se nota en esos tránsitos de la comedia al thriller, gracias al ritmo ágil, al manejo de metáforas, giros inesperados de guión, que evocan a Hitchcook, a Buñuel, en esa lucha de roles y espacios. Quizás el final es alargado innecesariamente, aunque entre tanta emoción es perdonable.
El elenco de intérpretes actúa coralmente, aunque destaco a Song Kang Jo, el padre de familia, y a la cándida Sra. Park, una estupenda Cho Yeo Jong.
A medida que avanza el film nos empapa con el retrato de una sociedad divida en clases sociales, condenadas por la humillación, la explotación, el engaño, y donde algunos intentan sobrevivir aunque sea aferrándose a una piedra o convirtiéndose en parásitos.