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La Semana Santa en Cabanillas contará este año con dos protagonistas muy especiales, Pablo Guía Coso y Haizea Martínez Antón, ambos de 9 años de edad y que desempeñarán los papeles de Ángel y Paje en los actos de la Semana Santa de Cabanillas.

Los dos pequeños empezaron su preparación hace algo más de un mes de la mano de los voluntarios que mantienen viva una de las tradiciones más arraigadas de la localidad ribera, Javier Estella, Sara Magallón y Marco Lorente, y aseguran que ya conocen a la perfección cuál va a ser su papel.“Tengo que hacer las guardias, sellar el sepulcro y el domingo cortar la cabeza al Judas”, resume con entusiasmo el pequeño Pablo.

A Haizea le tocará desempeñar el papel del Ángel y acudir al encuentro de la Virgen para anunciar la resurrección de Jesús. “Le recito un verso y le quito el velo. He hecho algunos ensayos, no muchos, pero ya me lo se”, afirma rotunda.

Los dos protagonistas estudian tercero de primaria en el colegio de la localidad y tienen como tutora a la profesora María. A Pablo, nos cuenta, le encanta disfrutar del recreo, jugar al fútbol y practicar cesta punta en la escuela de Cabanillas donde disfruta, sobre todo, del compañerismo del grupo.

Haizea, por su parte, confiesa que le gusta la asignatura de inglés y que de mayor quiere ser doctora o enfermera, profesiones para las que sabe que va a tener que sacar muy buenas notas. Entre sus aficiones las sevillanas, el patinaje y la gimnasia rítmica.

Voluntarios y familias

Sara Magallón y Javier Estella son las dos personas encargadas de formar a los pequeños en su papel. Los dos atesoran cuatro décadas de trabajo voluntario a los que se sumó hace unos cuantos años Marco Lorente, asegurando el relevo en el cuidado y conservación de esta tradición. De los protagonistas de este año destacan la habilidad para memorizar, el talento para la representación de Haizea y el desparpajo y energía de Pablo.

Quienes también vivirán estos días de una manera muy especial serán las
familias de los protagonistas. Ángela Antón y Javier Martínez, padres de Haizea, comparten la ilusión la pequeña. “Es una niña movida, activa y le hacía mucha ilusión poder hacer de Ángel así que cuando se lo dijeron se emocionó muchísimo y a nosotros nos ha hecho muchísima ilusión, especialmente a mi marido que es de Cabanillas”, desvela Ángela.

En el caso de los padres de Pablo, Javier Guía y Estefanía Coso, esta ilusión es compartida por igual. Estefanía cuenta que su hijo es muy bueno, al mismo tiempo que muy activo. “Es un terremoto pero es muy buena persona y está muy contento de ser el Paje. Todos estamos muy contentos, especialmente mi marido, que en su día fue Judas y Romano” por lo que supone la ilusión por continuar con una tradición familiar.

 Jesús Rodríguez Sierra será el capitán romano

Otro de los nombres propios de los actos de Semana Santa en Cabanillas será el joven Jesús Rodríguez Sierra, capitán de los romanos, que no duda en destacar la singularidad de la escenografía que aporta la localidad a sus actos de Semana Santa. “Creo que lo que se hace aquí es algo único”, afirma en encargado de liderar a las 7 parejas que componen la compañía que se encarga de custodiando al Cristo Jesucristo en la iglesia, participar en la procesión con el Santo Sepulcro, visitar a los enfermos y mayores por los domicilios de la localidad y, su momento estelar, la persecución y captura del Judas, uno de los actos más llamativos de esta tradición.

Ibai Jiménez, el judas

Este año, el joven Ibai Jiménez Gil será el encargado de dar vida al personaje de Judas en el acto que cada Domingo de Resurrección congrega a vecinos y visitantes en la plaza del Ayuntamiento de Cabanillas.

Ibai Jiménez, protagonista de la ceremonia del Judas de Cabanillas

Para Ibai va a ser un reto emocionante. Confiesa que siempre ha seguido de cerca las tradiciones de su pueblo y será la primera vez que protagonice está representación. «Me lo propusieron y dije que sí. Me gusta mucho esta tradición y tengo ganas de vivirla desde dentro», explica.

El papel de Judas exige agilidad y fondo físico, ya que implica correr, esquivar obstáculos y saltar para dificultar la tarea de los romanos. «Juego a cesta punta, entreno cuando puedo a fútbol y también me gusta caminar, así que creo que estaré preparado», comenta el protagonista.

Su objetivo, confiesa, es ponerlo difícil a sus perseguidores y hacer disfrutar a los asistentes. «Es un acto muy divertido, sobre todo para los niños, que se emocionan viendo cómo persiguen al Judas por las calles pueblo», reconoce.