Se cumplieron los pronósticos en los Oscar, y Nomadland se impuso en: dirección, Chloé Zhao, película, y actriz principal, Frances McDormand. Minari consiguió el premio a la actriz de reparto Yuh Jung Youn. Anthony Hopkins (El Padre), logró su segundo Oscar a los 83 tacos, y Daniel Kaluuya (Judas y el Mesías negro), como actor de reparto. El Oscar a película extranjera se lo ha llevado el realizador danés Thomas Vinterberg. Una historia donde cuatro profesores de un Instituto, deciden realizar un experimento que exige beber 0,5 gramos diariamente, para mejorar la vida. El film lo protagonizan: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang, Lars Ranthe.
Cuatro profesores y amigos entre sí, Martin (Mads Mikkelsen), Tommy (Thomas Bo Larsen), Nikolag (Magnus Millang), y Peter (Lars Ranthe), se embarcan en un experimento sociológico, en el que deben mantener una tasa de alcohol de 0,5 gramos en su cuerpo, diariamente. El objetivo es demostrar que esta cantidad acrecienta sus actitudes profesionales, y mejora sus relaciones familiares, sociales.
Gracias al alcohol, pasan de ser profesores anodinos, ninguneados (a Martin, los padres de los alumnos le exigen cambiar su metodología, y eso en Dinamarca…) a ser extrovertidos, liberándose de todo tipo de complejos. A medida que beben más, las situaciones se descontrolan, siendo Martin el único del grupo que observa cómo la bebida no ayuda con su pareja, sino que le acerca a un abismo de graves efectos. El resto de colegas siguen empinando el codo, y las consecuencias vienen solas…
El guion transita de momentos dramáticos, mostrando a unos individuos cuyas circunstancias personales, laborales, rutinarias les han hecho perder el sentido existencial, a otros cómicos, donde las situaciones divertidas nos permiten empatizar con estos bebedores. Vinterberg parece querer desmitificar la cultura del alcohol, pero a medida que avanza la narración, se aleja del abismo al que se dirigen sus personajes. El realizador de Celebración no desea profundizar en esa sensación de rutina de la existencia a la que su compatriota y filósofo Kierkegaard llegó. De ahí, que los objetivos iniciales, se diluyan entre borracheras, situaciones cómicas, y acabe en la indefinición, siendo el baile final el broche a su perspectiva.
Si por algo destaca el film es precisamente por la actuación de sus protagonistas, con un Mads Mikkelsen en estado de gracia, secundado por unos excelentes secundarios.
Un film que muestra cómo aquellas sociedades ensalzadas a nivel educativo, cultural, etc., ocultan un subsuelo donde la existencia es tan problemática como por estas tierras, y el remedio para consolarse, deja las mismas resacas desaconsejables.