Confío que el 2023 recién estrenado, nos traiga a todos salud y trabajo, que ganas de disfrutar la vida sin restricciones, creo que no nos faltan. Aparte del fenómeno Avatar, espectacular pero reiterativa, y antes de las novedades que aparecerán con los Oscar, me fijo en el film de Guy Ritchie, (Despierta la furia). El objetivo del director es simple: entretener al espectador con dosis de acción a raudales. Aquí, narra cómo un grupo de agentes del M16 deberá recuperar un maletín robado por un multimillonario que puede traer terribles consecuencias. El film lo protagonizan: Jason Statham, Hugh Grant, Aubrey Plaza, Josh Harnett.
El film arranca con los pasos de Natham (Cary Elwes), recorriendo las estancias del servicio británico M16, para hablar con su jefe Knighton (Eddie Marsan), y al mismo tiempo, vemos a un grupo armado robando un objeto, sin saber qué es y quién dirige las operaciones. Poco después, vemos a James, dialogando con el espía Orson Fortune (Jason Statham), el cual reunirá a su grupo para recuperar el objeto. El equipo lo forman: Sarah (Aubrey Plaza), experta en comunicaciones y J.J. (Bugzi Malone), especialista en armas.
Posteriormente, sabremos que el objeto robado es un maletín sustraído por el espía Harris (Max Beexley), por encargo del multimillonario y traficante de armas, Greg Simmonds (Hugh Grant). Para acercarse a Simmonds, Orson convencerá por medio del chantaje, al actor de Hollywood, Danny Francesco (Josh Harnett), un personaje admirado por el multimillonario, y con la ayuda de Sarah, lograrán ser invitados a la fiesta del magnate en su barco. Recuperar el maletín será tarea casi imposible …
El director de (Los señores de la mafia), se ha especializado en el cine de entretenimiento gracias a montajes acelerados, y manejándose hábilmente con las escenas de acción en paralelo, interrumpiéndolas para volver a ellas, con más tensión e información. Al director inglés hay que reconocerle en este film, los méritos de usar el humor como catalizador de la acción dentro de una catarata de peleas, persecuciones, y mostrar a unos personajes que se ríen de sí mismos en unos ambientes de lujo, verdaderas tapaderas para realizar los asuntos más turbios.
Jason Statham está en su salsa repartiendo mamporros. Sin embargo, por encima de su personaje están Aubrey Plaza con una interpretación llena de humor e ironía, junto a un sorprendente Hugh Grant, interpretando al malvado de turno, con cinismo y naturalidad.
Guy Ritchie muestra como a pesar de narrar historias y giros de guion imposibles, sus películas entretienen y atraen al espectador tanto como a Orson tomarse unas botellas de Château Margaux del 82.