Monasterio de Fitero
El arquitecto Javier Sancho, la consejera Ana Herrera, y el alcalde de Fitero, Raimundo Aguirre (Foto Gobierno de Navarra)
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La consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, ha inaugurado esta tarde el claustro recientemente restaurado del Monasterio de Fitero. La actuación, que se ha desarrollado entre los años 2008 y 2017, ha costado 6.424.542,64 euros y ha requerido la redacción de 8 proyectos sucesivos conforme a un plan de trabajo elaborado por los técnicos de la Sección de Patrimonio Arquitectónico del Servicio de Patrimonio Histórico.

Tras este proceso de restauración, el Gobierno de Navarra ha firmado un convenio por el cual se encomienda la gestión de las visitas públicas al Ayuntamiento de Fitero. El objetivo es que, una vez restaurado el claustro, este conjunto monumental sea visitado por la ciudadanía. Cabe destacar que el Monasterio de Fitero es una de las muestras más relevantes de la arquitectura cisterciense de la Europa meridional.

El claustro, de dos pisos, está adosado a la nave meridional de la iglesia. El claustro bajo fue edificado en el siglo XVI, aunque los muros perimetrales son anteriores y en ellos se abren los pasos a las piezas de época medieval que completaban el monasterio. La construcción del sobreclaustro fue contratada en 1590 y finalizada hacia 1614.

La consejera Herrera recibe explicaciones del proceso de restauración. ( ampliar imagen )
La intervención ha comprendido la consolidación y restauración estructural de las arcadas y de las bóvedas, la limpieza y reparación de los demás elementos de piedra, la restauración de las cubiertas, el drenaje, recogida y evacuación de aguas, la solución de la humedad de capilaridad en el claustro bajo, la limpieza, consolidación y reparación del resto de materiales de acabado de los paramentos verticales y bóvedas, la reposición de los pavimentos, la restauración de las carpinterías, la instalación de medidas de protección ante el anidamiento de cigüeñas, la instalación de iluminación y el ajardinamiento del patio.

También se han restaurado las dos pequeñas piezas que se abren en el inicio de la crujía oriental, de la sala capitular, de los muros del dormitorio viejo y del calefactorio, del baptisterio, y algunas actuaciones en el refectorio y la cocina, así como la restauración de las dependencias que se abren al claustro alto: sala oriental, escalera y descansillo del coro, sala sobre el ala meridional y escalera hurtada, además de alguna actuación en la biblioteca, y la cubierta del dormitorio viejo, que estaba trabada con la del claustro.

El proyecto ha sido dirigido por Javier Sancho, jefe de la Sección de Patrimonio Arquitectónico, y las obras han sido llevadas a cabo por la empresa Construcciones Zubillaga S.A.

Monasterio de Fitero
Autoridades y responsables del proyecto en el claustro del Monasterio de Fitero (Foto Gobierno de Navarra)

Singularidad y dificultad de los trabajos

El mal estado del claustro obligó a cerrar su acceso al público a finales de los años 90. Tenía diversos daños en las bóvedas y en tramos de los alzados hundidos (en 1893 cayeron las bóvedas y arcadas de la esquina suroeste), que fueron precariamente reparados, agrietamientos en las bóvedas bajas y caída de piezas de nervaduras, desplomes en las arcadas altas y en algunas de las bajas, desplomes de los muros, cesiones y agrietamientos en las bóvedas altas, deterioro de la fábrica de piedra y de la ornamentación esculpida, roturas, pérdida de revestimientos, asientos y rotura en los pavimentos, rasgados de muros y cegado de pasos, suciedad generalizada, etc.
En cuanto a la esquina arruinada en 1893, después de desmontar la vieja reparación, se han realizado de nuevo por completo conforme a las trazas originales tres tramos del alzado de la arquería en las dos plantas y las tres bóvedas y media estrelladas desaparecidas del claustro bajo, así como las bóvedas tabicadas del claustro alto. Estos trabajos destacan por su singularidad y dificultad. Se han ejecutado, después de un cuidadoso levantamiento y estudio, con el sistema de trazado y construcción descrito en los tratados de cantería del siglo XVI.

Cubiertas, humedades, limpieza y reparación de paramentos y bóvedas

La restauración de las cubiertas ha repuesto la configuración original con estructura de madera y ha dispuesto canalones y bajantes para resolver la caída de agua sobre los alzados y unas recogidas enterradas hasta los colectores de la calle para reducir la humedad en el terreno.

Para solucionar la humedad de capilaridad se ha realizado una solera ventilada en toda la extensión de las galerías del claustro bajo y una cámara ventilada en el exterior de algunos de los muros. El trabajo ha incluido la previa excavación arqueológica en área de las cuatro crujías. Ha revelado un gran número de enterramientos, que han sido exhumados y estudiados y posteriormente recolocados en el vaciado de la excavación.

La limpieza, consolidación y reparación del resto de acabados de los paramentos verticales y bóvedas ha incluido los elementos de yeso tallado y la ornamentación pictórica de la caja de escalera del coro, los restos de pintura sobre el ingreso de la sala capitular, así como algunos grafitis conservados en los enlucidos de yeso del claustro alto. Los paramentos del claustro alto han quedado enlucidos y pintados, como estuvieron originalmente.