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Nuestros mejores años, por Carlos Muñoz

Amistad a cuatro bandas

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Ya lo decía Aristóteles “Sin amigos nadie quisiera vivir, aunque poseyera los demás bienes”. El director italiano Gabrielle Muccino (Siete almas), realiza un film sobre este bien tan preciado, concretamente sobre cómo nace y evoluciona la amistad entre cuatro amigos, plasmando además cuatro décadas de la historia de Italia. Sorprende, la facilidad que tienen los directores italianos, para introducir en sus films en cuatro trazos, su historia. Lo hizo Ettore Scola con: Nos habíamos querido tanto, Sergio Leone con Erase una vez América. Ahora Muccino, lo hace con los actores: Pierfrancesco Favino, Kim Rossi Stuart, Claudio Santamaria, Micaela Ramazzotti.

Arranca la historia con unas secuencias en la Roma de los ochenta, que nos trasladan desde las manifestaciones, la represión policial, al ambiente discotequero o a los escándalos políticos. En ese ambiente, vemos el paso de la juventud a la edad adulta de tres hombres: Giulio (PierFrancesco Favino), Paolo (Kim Rossi Stuart), y Riccardo (Claudio Santamari), a los que se unirá Gemma (Micaela Ramazzotti). Posteriormente, cada uno seguirá su camino.

Giulio de abogado de oficio, asciende hasta un puesto político; Paolo buscar ser profesor en un Liceo Italiano, Ricardo va dando tumbos, y Gemma, el gran amor de Paolo, acaba de camarera. A lo largo de cuatro décadas, asistimos a sus altibajos personales, sus traiciones, amores, decepciones. Mientras, se suceden los acontecimientos: la caída del muro de Berlín, la investigación de los jueces contra la corrupción política, el auge del Movimiento Cinco Estrellas. En esas circunstancias, las decisiones personales marcarán a cada personaje y al grupo.

El film del director romano no pretende hacer un recorrido exhaustivo por la historia italiana, sino mostrar la vida de unos personajes de clase media, a los que el destino y sus circunstancias les conducen a situaciones diversas. No faltan en la historia las discusiones, frustraciones de aquellos que persiguiendo un ideal caen en la traición o en la mentira con sus parejas, mientras otros intentan sobrevivir. Es cierto que en determinados momentos la rotura de la cuarta pared, ciertas actitudes sentimentales o estampas romanas, destilan un aire sensiblero. Gracias al personaje de Giulio como hilo conductor, se equilibra una narración sobre la fuerza de la amistad, el compromiso.
Respecto a la interpretación, Pier Francesco Favino destaca por encima del resto, aunque Micaela Ramazzotti, le da una buena réplica.

Un film italiano que retrata la vida de unos personajes a través de unos acontecimientos históricos, donde la amistad acaba siendo el salvavidas al que agarrarse cuando la vida golpea.