Inicio Colaboradores Carlos Muñoz Minari. Hª de una familia, por Carlos Muñoz

Minari. Hª de una familia, por Carlos Muñoz

Retrato sereno sobre la existencia

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La película del director coreano Lee Isaac Chung, se postula como seria candidata a los Oscar de este año, y dar la sorpresa como sucedió con su compatriota Bong Joon Ho con Parásitos. Va a tener a la favorita Nomadland como sería rival, pero de momento consigue premios allí por donde pasa, Globo de oro, Festival de Sundance. En esta ocasión, se nos narra como el padre de una familia americano-coreana, decide ir en busca del sueño americano, establecerse en Arkansas, plantando minari (perejil de agua) y otras hortalizas, para obtener dinero, y sacar a los suyos de la miseria. Los actores protagonistas son: Steven Yeun, Han Ye- ri, Alan S. Kim, Youn Yuh-Jung, Will Patton.

Nos situamos en los 80, el cabeza de familia Jacob (Steven Yeun), harto de malvivir como sexador de pollos en California, se desplaza hasta el estado de Arkansas acompañado por su mujer Monica (Han Jen- ri), y sus dos hijos David (Alan S. Kim), y su hermana Ann (Noel Cho). Allí deciden dedicarse a la plantación de Minari y otros vegetales propios de su país, con la esperanza de que esta apuesta les permita alcanzar el sueño de vivir mejor.

Las dificultades laborales, de adaptación al nuevo país, son un mal menor, ya que el hecho que va a cambiar la vida es la llegada de la abuela, Soonja (Youn Yuh-jung), una mujer apasionada de las cartas, y decidida a mantener las tradiciones de su cultura.

El film del director de Lucky Life posee un claro tinte autobiográfico, encarnado en el personaje del pequeño David. En la narración se mezclan elementos cómicos (curioso el humor de la abuela), con trágicos como la enfermedad del hijo pequeño; sentimentales (problemas conyugales) con laborales, sin chirriar ninguno de ellos. Gracias a un guion muy trabajado, el relato fluye con inusitada sencillez, mostrando la lucha de una familia no sólo contra las adversidades del trabajo, sino también contra los problemas que encuentra cualquiera que desee echar raíces y construir un hogar en una nueva tierra.

Las interpretaciones muestran un gran nivel, no en vano el personaje del padre encarnado por Steven Yeun, y el papel de la abuela, interpretado por Yuh Jung Youn están nominados al Oscar como mejor actor y mejor actriz de reparto. Aunque sin duda, el que atrapa desde el inicio es el jovencísimo Alan S. King.

El director nacido en Denver, realiza un retrato sobre la vida de una familia coreana, pero que representa a cualquier familia, sea de donde sea, ya que los problemas, los obstáculos son universales, y constituyen un estímulo para seguir construyendo la existencia. Al fin de al cabo, la realidad radical, es la vida, como diría Ortega y Gasset.