ANTONIO REMÓN/ Colaborador
El jueves día 2 de febrero sobre las cinco y media de la tarde tuvo lugar en la Iglesia parroquial, la tradicional bendición de los roscos y demás viandas que los feligreses llevan para bendecir. A partir de las siete y media de la tarde, de nuevo la parroquia fue el lugar de encuentro de milagreses que acudieron a cantar la Salve en honor a San Blas y que junto a la Corporación Municipal pudieron disfrutar con la actuación de la Coral Sol Mayor y su rondalla.
Este acto religioso fue la antesala del evento más esperado y multitudinario de las fiestas de invierno, cual es el reparto de roscos, nueces, higos y vino a cargo de los quintos del año, a la vez que se prende la hoguera de San Blas.
Este año correspondió el reparto a los quintos de 2017 que son los nacidos en 1999, en total se repartieron entre los vecinos y visitantes los 3.000 roscos previamente bendecidos por el párroco de la localidad, Javier Omeñaza, unos 200 kg. de nueces, 100 kg. de higos y 140 litros de vino moscatel.
Sobre las ocho de la tarde, una vez finalizada la salve, el párroco de la localidad, Ignacio Omeñaca, procedió a la bendición de los roscos en la calle, y a su vez, se prendía la hoguera de San Blas por uno de los quintos y la Alcaldesa de la localidad al unísono y comenzaba el reparto de los mismos, a la vez que la txaranga de Milagro ponía los compases musicales a la fiesta.
Una vez recogido el rosco, la multitud comenzó a dar las tres vueltas de rigor alrededor de la hoguera para prevenir los males de garganta. A San Blas se le atribuye la profesión de médico, principalmente de garganta, de ahí viene la tradición de comer el rosco bendecido como medida preventiva contra estos males.
Concluidos todos estos actos, el público se retiro para continuar la fiesta a media noche en los diferentes locales con música disco o, en la Sociedad Recreativa Cultural “San Blas” que ofrecía a sus socios música en vivo con orquesta.
El domingo, día grande de las fiestas, comenzó con la recepción de autoridades en el Ayuntamiento de Milagro. También los quintos de 1971 y 1957 se dieron cita en el lugar para, posteriormente, dirigirse en comitiva acompañados de la banda de música municipal hasta la Iglesia donde los quintos del año, tras la imposición del pañuelo al Santo por Julia Escalada, quinta del año, procedieron a sacarlo en procesión por las calles de la localidad. Tras el recorrido, tuvo lugar la Santa Misa oficiada por el párroco de la localidad, Ignacio Omeñaca. Al término de la misma, se ofreció un aperitivo popular en el Polideportivo de las Piscinas.
Ya por la tarde hubo un espectáculo infantil gratuito en el Spacium para los más pequeños y conciertos de tarde y noche en la Sociedad Recreativa Cultural San Blas con la Orquesta Diamante Show Band.
También la Casa de Cultura albergó por la tarde, la obra de teatro “Los líos de Matias” interpretada por el grupo Candilejas.
También la tarde del viernes dio comienzo la IX Ruta del Pintxo de Milagro en horario de 6 a 9 en el que los bares de la localidad ofrecen un pincho elaborado y un vio al precio de 2 euros.