[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″]La joven de 21 años de Milagro Teresa Pejenaute Villar sorprende por su madurez artística y personal, impropia de su edad. Comenzó sus estudios musicales con cinco años en la Escuela de Música de Milagro para posteriormente seguir en la Escuela de Música de Peralta desde donde pasó en el año 2010 al Conservatorio de Música de Calahorra para realizar su formación de Grado Medio de Piano que finalizó en 2016.
Actualmente se encuentra realizando en Madrid los estudios de Magisterio en la especialidad de Pedagogía Terapeútica que compagina con una Diplomatura en Teatro Musical, además de Canto, Danza e Interpretación.
Su afición por estos temas le viene de la familia de su madre, amantes de la música todos ellos, pero sin formación musical, y nos comenta que la trayectoria hasta aquí no ha sido fácil, tuvo sus problemas de bullying en edades tempranas, surgidos hacia los niños que destacan, además de tener que desplazarse la mayor parte de los días de la semana hasta Peralta o Calahorra compaginando sus estudios en el Instituto de Marcilla. “Mis padres tenían que perder muchas horas conmigo para trasladarme, de los que estoy muy satisfecha y orgullosa”, dice, “además de la inestimable ayuda de la profesora de música María Peralta, de Corella, que confió en mí y me brindó todo su apoyo y orientación cuando ya estaba en el conservatorio y sufría algún bajón moral”.
Además de la formación reglada, Teresa realiza cursos intensivos durante el verano de artes escénicas en Navarra o Madrid, también participa en proyectos de microconciertos con temáticas diversas en bares o salas pequeñas y participa en la grabación de videoclips como el reciente de Missing You de John Waite. Jara Producciones es la escuela donde se forma y, como productora tiene sus propios musicales, entre ellos “Cenicienta y el zapatito de cristal” en los que Teresa ha actuado en Pozuelo (Madrid) y en Caparroso (Navarra). En Milagro se dio a conocer en un concierto benéfico que se organizó en enero de 2017 donde demostró sus habilidades con la música y el canto. También hizo sus pinitos cuando su profesor de piano del conservatorio de Calahorra le propuso que le acompañara para actuar en Arnedo, Sesma y Calahorra.
En la actualidad, también hace Swing que consiste en ser actriz disponible para cualquier papel femenino, “hice de Cenicienta y en otra ocasión de Hermanastra” nos explica. Teresa reside en Madrid desde hace dos años, aunque hace cuatro que se desplazaba ya para realizar cursos. Sus estudios y residencia en la capital suponen un gran desembolso económico que cubre, en parte, con alguna beca de educación, con algún trabajo dando clases de canto a los alumnos de Jana Junior de 6 a 16 años, actuando cuando sale alguna interpretación y, por supuesto, con la aportación de los padres. También realiza trabajos como regidora en la preparación de escenografías, vestuario y ayuda a técnicos.
“Quería dedicarme a la música y, para ello, tenía muchas más posibilidades en Madrid como cantante, compositora, baile, interpretación, aunque mis padres pensaban que esto era un hobby y tenían miedo de este mundo. Viviendo en el pueblo, no tienes conocimiento de las posibilidades reales que se tienen, hay más salidas que las de ser un virtuoso de algún instrumento nos relata, demostrando una vez más su madurez”, confiesa.
Preguntada sobre la posibilidad de presentarse a algunos castings de programas televisivos de moda en estos tiempos, nos comenta que se ha presentado a algunos de actividades que no va a dedicarse a ellos por adquirir experiencia en castings, aunque dice que algunos programas como en los que han triunfado últimamente dos navarras merecen la pena por la formación que reciben. “No me gusta la parafernalia que los rodea, puesto que en lo que estoy realizando en la actualidad recibo formación de cuatro horas durante tres días de la semana de técnica de voz y canto, de técnica de interpretación, movimiento y danza. Es muy duro, aunque en la televisión se ve fácil”, afirma.
Por otra parte, quiere animar a las personas que se están formando en cualquier materia.”A veces hay cosas, cuando estudias, que no sabes muy bien para qué sirven, pero después te das cuenta de que tienen su valor, sobre todo en la formación alternativa”, matiza.
Estar en Madrid le supone un alto coste económico y familiar, puesto que siempre está inmersa en actividades de uno u otro tipo y cuando visita a los padres y familiares lo hace de corrido, sin fechas libres en el calendario, por lo que cuando viene al pueblo, lo hace el sábado después de trabajar y tiene que volver el domingo para incorporarse a sus estudios y tareas el lunes siguiente.[/ihc-hide-content]