Miguel Aguirre afronta sus segundas fiestas de la Virgen de la Barda como alcalde de Fitero. Reconoce que si puso una especial ilusión en sus primeras fiestas allá por 2019, «más ilusión me hacen este año, porque suponen el final de una situación muy delicada y el inicio de la normalidad. Tengo la sensación de que mientras no haya fiestas no alcanzamos esa normalidad deseada. Ahora tenemos las fiestas y ya tenemos la normalidad que tanto ansiábamos. Habrá que celebrarlas con toda alegría y con toda la pasión de la que somos capaces», reclama.
¿Qué supone volver a celebrar las fiestas con normalidad?
Bueno, a nosotros no nos coge de nuevos, porque fuimos la primera población de Navarra en celebrar las fiestas patronales sin restricciones, aunque en este caso fueran las de San Raimundo en marzo. Es cierto que otros pueblos habían celebrado festividades como San Blas en febrero, pero todavía había restricciones. Así que nos tocó ser el primer pueblo de Navarra en suspender todo en 2020 y ser el primer pueblo en retomar todo con la esperada normalidad.
Las fiestas de la Virgen de la Barda suponen muchísima ilusión. Han sido dos años muy complicados. Yo no sé si son, como dicen todos los alcaldes de La Ribera cuando lanzan el cohete, las mejores fiestas del mundo, pero tengo claro es que son las mejores fiestas de Fitero, y como son las mejores fiestas de Fitero se preparan para que la gente de Fitero las disfrute, las viva con mucha intensidad y que las personas que nos acompañen estos días las disfruten tanto o más.
¿Qué destaca de su programación?
Es un programa muy tradicional fundamentalmente por un motivo. Y es que las fiestas, tal como se organizaban hasta el 2019, funcionaban, y cuando las cosas funcionan no hay porqué modificarlas. Es un programa que trata de mantener la esencia de unas fiestas que han funcionado y que creemos que funcionan, que trata de sacar a la gente durante toda la mañana y toda la tarde a las calles de Fitero.
El gran objetivo es sacar a la gente a la calle y que disfruten de lo que tenemos.
De esas tradiciones, ¿cuáles destacaría?
Tenemos mucha ilusión por retomar todos aquellos actos que son muy significativos para el pueblo, como el bolo, que este año me gustaría que fuese más multitudinario que nunca. Después de casi tres años sin fiestas espero que no sea simplemente un hecho anecdótico en el que bailamos juntos, sino que sea también una oportunidad de juntarnos para compartir esperanzas, ilusiones, compromisos, el momento de comenzar las fiestas, pero también de mirar un poco al futuro.
También el Rosario por las calles de Fitero, un acto que puede parecer una reminiscencia del pasado y que se celebraba en muchísimos pueblos de Navarra, pero ahora somos el único pueblo que lo mantiene.
Y luego están los niños, muchos no han vivido aún sus fiestas y van a poder tener su primer encuentro con los gigantes, con los cabezudos o con estos actos que identifican un poco la idiosincrasia de Fitero.
¿Con qué sensaciones se viven estos días previos a las fiestas?
Bueno, la verdad es que yo creo que hay muchas ganas de fiesta. Creo que es una sensación compartida por todos los alcaldes de los pueblos de la Ribera. Hay por la calle una sensación de necesidad de fiestas. Percibo que la gente tiene ganas de volver a esa normalidad tan ansiada, tan deseada, y que se ha visto coartada durante estos dos años por esta pandemia y las graves restricciones que hemos tenido. Y veo a la gente contenta. Con ilusión. Y es lo que, al menos para mí, es lo más importante.
¿Cómo valora la colaboración de las entidades de la localidad en las fiestas?
Son parte fundamental del programa de fiestas. Cuando tenemos el borrador de lo que puede ser las fiestas nos ponemos en contacto con las asociaciones y entidades locales. Es decir, no habría fiesta sin Fitoro, no habría fiesta sin Calatrava, no habría fiesta sin la Apyma y no habría fiesta sin muchos otros colectivos de carácter local.
¿Qué espera el alcalde de Fitero de estas fiestas?
Si algo nos satisface es cuando vemos que la gente disfruta. Un programa de actos, por muy importante que sea, no es sino un argumento para para favorecer la participación y lo más importante es que la gente salga, que la gente vaya a comer, a cenar, a almorzar con sus cuadrillas, que acompañe a nuestra banda de música por las calles, a las charangas, que llenen la plaza de toros cuando hay vacas.
¿Va a haber dedicatoria en el cohete como hemos visto en otras localidades?
Le hemos dado mucha vueltas a la cabeza sobre si hacer o no un reconocimiento en el momento del cohete. Un reconocimiento, fundamentalmente, a a todos aquellos que durante la pandemia estuvieron cuidando de nosotros, pero contamos con dos hándicaps.
El primero, que fuimos el primer pueblo de la Ribera de Navarra en hacer un homenaje a todas aquellas personas que estuvieron al pie del cañón y estuvieron en primera línea de batalla durante la pandemia el 7 de julio del año 2020. Fuimos los primeros de la Ribera en hacer ese acto de reconocimiento, de gratitud, de homenaje. Y segundo, porque hemos homenajeado ya como Fiteranos Populares a la residencia de mayores en las Navidades de 2021.
Aunque el reconocimiento y homenaje para ellos nunca será suficiente.
¿En quién va a delegar el lanzamiento del cohete?
Siguiendo el protocolo de que es el alcalde el que decide quién va a lanzar el cohete, este año lo lanzará la concejala de Cultura y Festejos, María Aliaga.
Por varios motivos. Primero, porque para ella ha sido un año muy especial y muy significativo ya que contrajo matrimonio hace dos meses.
Segundo, porque creo que no hay mayor ilusión para un concejal de Cultura y Festejos de un ayuntamiento que el ver que la gente disfruta, se divierte, celebra con lo que hace, con lo que organiza la concejalía y la Comisión de Festejos.
Y tercero porque si algo ha caracterizado la legislatura en esta concejalía es porque no ha podido desarrollar todo lo que hubiese querido como consecuencia de la pandemia.
Me consta que es algo que le va a hacer muchísima ilusión.
¿Qué mensaje le trasladaría a los vecinos de cara a estos días?
El mensaje es que recuperemos lo que la pandemia nos quitó. Que recuperemos lo que somos en nuestras calles. Que recuperemos la ilusión por celebrar nuestra identidad y por celebrar nuestras fiestas, que son esa máxima expresión de identidad local.
Tenemos que recobrar la alegría y dejar al margen todos estos sinsabores y ese malhumor que nos ha dejado a todos la pandemia. Lo queramos reconocer o no, creo que hay un cansancio emocional y es importante dejarlo a un lado para celebrar nuestras fiestas como hemos sabido celebrarlas siempre, con tranquilidad, en familia, con amigos, sin ningún incidente, que es lo que deseamos todos y que volvamos a la normalidad.
Hemos visto como otras localidades que celebraban sus fiestas en septiembre y coincidían con las fiestas de Fitero han adelantado sus fechas ¿Existe este debate en Fitero?
Creo que antes o después va a llegar el momento en el que tengamos que pedir la opinión de la población. Cuándo, no lo sé, pero llegará un momento en el que los colectivos locales y la población, de la mano del equipo de gobierno tendrán que plantearse algo. ¿Está en un horizonte inmediato? Pues no, pero antes o después vamos a tener que reflexionar sobre ello.
A margen de lo festivo, ¿qué logros destacaría en este año?
Hay dos proyectos cuyas obras van a comenzar inmediatamente. Uno la construcción de un vado sobre el río Alhama. Un vado que será inundable después de que en el año 2020, en abril, en pleno confinamiento, una avenida del río Alhama se llevase la pasarela por delante.
Y también está adjudicada la construcción de un parque fluvial junto al río Alhama, una obra de más de 70.000 €, de los cuales 50.000 € lo recibimos de una enmienda presentada por Izquierda Ezkerra y que nos permitirá dejar una zona que actualmente está muy deprimida desde el punto de vista medioambiental en un lugar de relax y de para que la gente pueda descansar o pasear.
Ambas obras van a estar concluidas para el 4 de noviembre.
Y también estamos trabajando en un proyecto que a mí me genera muchísima ilusión, ayudando a unos jóvenes de Fitero que quieren crear una cooperativa para la construcción de viviendas unifamiliares. Para nosotros es un reto importante que estos chavales no se vayan de Fitero y uno de nuestros objetivos es garantizar que estas parejas jóvenes se queden. Si esto sale adelante, trataremos de modificar la ordenanza que tenemos para la construcción de nueva vivienda y ampliar las cantidades subvencionables.
¿Y de aquí a final de legislatura, qué retos te quedarían?
Vamos a presentar dos proyectos a una convocatoria de subvenciones del Consejo Superior de Deportes con fondos Next Generation para el tema de instalaciones deportivas, uno relacionado con las piscinas municipales y otro relacionado con las instalaciones del campo de fútbol.
Las piscinas municipales de Fitero fueron de las primeras que se ejecutaron en la Ribera y necesitan asegurar la estructura y también una nueva estética. El campo municipal de fútbol hay cositas que se han ido dejando en el tiempo y nos gustaría afrontar.
Y luego también nos gustaría acometer a comienzos de año el Parque del Olivar, junto a las escuelas. El estado de esa plaza es muy malo. Las raíces de los árboles han provocado que se levante el suelo y nuestro objetivo es dotar de un nuevo pavimento a toda la plaza, con algún nuevo elemento arquitectónico a nivel urbanístico.