San Bartolomé se ha quedado este año sin celebrar su festividad en Marcilla. Las fiestas, que deberían haber comenzado el día 23 han quedado suspendidas, como el resto de las festividades de Navarra.
Aun sabiendo cuál era la realidad, y habiendo asumido hace mucho que no había otra posibilidad, el alcalde de la localidad, Mario Fabo, reconoce que ha sido algo muy duro.
“Yo tenía hecha la resolución de suspensión de las fiestas dos semanas antes de firmarla”, explica, “y me resistía a hacerlo. Me resistía a firmar algo, sentimentalmente tan duro. Pero no puede ser de otra forma. Es una decisión dolorosa y triste. Las fiestas significan tantas cosas, que ha sido una gran pena. El Comenzón, el día de las peñas, los encierros, los conciertos…”, enumera con nostalgia.
«Tan solo se celebraron, por parte de la parroquia, la Salve, el día 23, y la misa de San Bartolomé, el 24»
El 23 habría tenido lugar el llamado “Comenzón”, o chupinazo, que este año , además, caía en domingo. Sí que hubo almuerzos en la plaza y desde el ayuntamiento se llamó en todo momento a la responsabilidad para mantener las normas de higiene y distanciamiento social. “En Marcilla está todo muy concentrado en la plaza y puede dar la sensación de más gente que en otras localidades, pero lo importante es cumplir las normas”, explica Fabo.
“Para todos es muy triste suspender las fiestas”, comenta el alcalde, “pero hay que ser conscientes de la situación y cumplir los protocolos. Sobre todo pedimos mucha responsabilidad”.
El ayuntamiento no ha adoptado medidas especiales, y tampoco ha preparado actos alternativos. “Si se suspenden las fiestas, se suspenden”. La parroquia sí que celebró dos actos, La Salve, el día 23 por la tarde, y la misa del patrón San Bartolomé, el 24 a las doce. Pero se han suspendido procesiones y demás eventos. Respecto a los colectivos, los gaiteros barajaban la posibilidad de tocar alguna diana los días más señalados. La Escuela de Jotas, por su parte, cantará la jota al patrón en la misa de 12 el día 24 en lugar de hacerlo en la procesión. “Pero poco más”, dice Fabo. “Todos comprenden que esto es lo que toca.”