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María Forcada y Pedro Blanco fueron los nombres propios del Capítulo General de la Orden del Volatín celebrado el sábado 22 de abril dentro del segundo fin de semana de las Fiestas de la Verdura.
Junto a ellos también recibieron los distinciones de honor Conservas Medrano en el apartado de la agroindustria; las Cofradías Irunesas Anaka y Salmón del Bidasoa en el ámbito de las cofradías; y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Navarra, AFAN, en el ámbito de entidades de carácter social. Por último, también se nombro a Miguel Ángel Jarauta Marín y Felix Milagro Miramón, nuevos caballeros de la Orden del Volatín.
El acto, que se celebró en el salón de plenos del ayuntamiento de Tudela, contó con la presencia de la presidenta de Navarra, María Chivite, y el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero.
Tudela tiene motivos suficientes para presumir de ciudad
Pedro Blanco confesó que vivía un día de especial emoción. «Es muy hermoso sentir el calor y el afecto de tu gente, tu ciudad y tu tierra porque por mucho tiempo que pase, y desde que me fui ha pasado mucho, no hay día en la que no me sienta de aquí ni semana en la que os eche de menos. Mi latido, como el de la verdura es verde, empieza en ico y termina en pues, se hunde en la tierra de la Mejana, discurre lento como el Ebro y otras frenético como la Revoltosa. Allí donde he viajado, allí donde he vivido y allí donde he hablado he llevado siempre mi latido, espigado, prieto, complejo y tierno como nuestra verdura», reconoció.
En su pregón ensalzó la tradición hortelana. «Entre mano y mano, y a pie de tierra, tenemos en esta ciudad y en esta zona de Navarra un tesoro», e invitó a todos los tudelanas y tudelanos a estar orgullosos de nuestro pasado. «Ahora nuestra obligación y nuestro reto es que la tradición, todo ese conocimiento, esa pasión por la verdura perdure y que quienes nos van a suceder sigan haciendo de esta ciudad y de esta zona de Navarra un referente».
Por último, Blanco volvió a reiterar la pasión y admiración por sus orígenes. «Me fui de esta ciudad a Madrid. Durante los 27 años que llevó allí he tenido la suerte, el privilegio de hablar a millones de personas cada mañana. Desde que llegue que de Tudela me llevaba motivos suficientes para presumir de mi ciudad, de mis verduras y tradiciones, y no he dejado de hacerlo durante este tiempo con el convencimiento sincero de que merecía la pena contarle a todo el mundo que soy de Tudela. Y lo seguiré haciendo».
«Tudela es una ciudad especial a la que se aprecia»
La otra gran protagonista de la mañana fue María Forcada. La mecenas tudelana, a sus 102 años de edad, no quiso fallar a la invitación que le brindó la Orden para pasar a ser una de sus Damas. Forcada agradeció «de todo corazón» que se hayan acordado de ella. «No se si lo merezco, pero lo acepto con humildad».
Forcada se remontó hasta el año de su nacimiento para transitar por la historia de la ciudad. «He visto de todo, bueno y malo, pero os puedo decir que nuestro modo de ser ribero y tudelano es tan fuerte que nos permite salir adelante y sacar la cabeza por encima a pesar de los pesares. Tenemos una ciudad especial a la que se le aprecia y se le añora. Todos quieren volver, no solo por la verdura, sino por la gente, la buena gente, acogedora y dispuesta a ayudar al compañero».
Forcada quiso terminar con unas palabras dirigidas a los más jóvenes. «Se que muchos están decepcionados pero en su mano tienen el tesoro más grande que se puede tener, la vida. Es lo mejor que podeos tener y hay que y luchar para que sea algo. El esfuerzo compensa. Lo se porque yo lo he hecho. Si os esforzáis por luchas por que lleváis dentro seréis mejores y felices.»
Pregón de la Verdura – Pedro Blanco Ariza
«Es muy hermoso sentir el calor y el afecto de tu gente, tu ciudad y tu tierra porque por mucho tiempo que pase, y desde que me fui ha pasado mucho, no hay día en la que no me sienta de aquí ni semana en la que os eche de menos. Mi latido, como el de la verdura es verde, empieza en ico y termina en pues, se hunde en la tierra de la Mejana, discurre lento como el Ebro y otras frenético como la Revoltosa. Allí donde he viajado, allí donde he vivido y allí donde he hablado he llevado siempre mi latido, espigado, prieto, complejo y tierno como nuestra verdura», reconoció.
Tierra gente y tiempo, con esos tres elementos hemos construido uyna tradición hortlena y cultura gastronómica valiosísima, se que lo saben ni digo nada qu eno sepan, pero permita que lo recuerde, Entre mano y a pie de tierra tenemos en esta ciudad y en esta zona de Navarra un tesoro.
Estas orgullosos de nuestro pasado, tradición y estar comprometido no es suficiente. Tenemos que ocuparnos del futuro porque si esto es lo que somos, no podemos dejar de serlo. Nuestra obligación y nuestro reto es que la tradición todo ese conocimiento, toda ese conocimiento, esa pasión por la verdura perdure. Nuestra obligación y nuestro reto es que quienes nos van a suceder sigan haciendo de esta ciudad y de esta zona de Navarra un referente. Para eso no hay mejor aliado que el orgullo, sentirlo, trasmitirlo y contagiarlo desde la infancia.
Unas fiestas de referencia nacional
He venido a dar las gracias, no por elegirme Caballero de Honor, que también hay que estar agradecido, he venido a dar las gracias a todas las generaciones de hortelanos, abuelas y abuelos, a todas las madres y padres que han ido pasando de mano en mano su sabiduría culinaria. A todas las cocineras y cocineros profesionales que han ayudado a elevar nuestra verdura. A quienes las venden, las convierten en conserva, a quienes investigan, las estudian y a los caballeros y damas de la orden del Volatín por su trabajo largo, intenso y sincero por hacer de estas fiestas unas referencia nacional.
En este salón de pleno empecé a dar unos de mis primeros pasos en el periodismo. Pero me fui de esta ciudad a Madrid, a trabajar. Durante 27 años que llevó allí he tenido la suerte, el privilegio de hablar a millones de personas cada mañana. Desde que llegue que de Tudela me llevaba motivos suficientes para presumir de mi ciudad, de mis verduras y tradiciones, y no he dejado de hacerlo durante este tiempo con el convencimiento sincero de que merecía la pena contarle a todo el mundo que soy de Tudela. Y lo seguiré haciendo.
Adquiero el compromiso de que siempre que tenga ocasión, allí donde me encuentre, contaré a todo el mundo que me escuche, que la verdura es el latido verde de mi gente y de mi ciudad.
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