María Azlor una vida entre las dos españas
Margari Alonso
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La cabanillera Margari Alonso debuta en el mundo literario con «María Azlor, una vida entre las dos españas», novela en la que se adentra en la apasionante historia de una mujer muy vinculada a Tudela y a su colegio de la Compañía de María y que impulsó el primer centro educativo para niñas en México.

La curiosidad por su vida se desató tras una visita a la biblioteca nacional donde encontró un pequeño apunte que relataba la salida de 11 religiosas desde Tudela, entre ellas la  indiana tras la que se escondía la apabullante historia de María Ignacia Azlor y Echeverz. «Quedé sorprendida por la extraordinaria vida de una increíble mujer. Tiré del hilo y la historia que me encontré es asombrosa», asegura.

Como recuerda la autora, María Azlor cruzó dos veces el Atlántico con un firme propósito, levantar el primer colegio femenino de México en 1754. Y no fue una empresa fácil pese a la tremenda riqueza de su familia. Hija de los Marqueses de Aguayo era inmensamente rica además de estar emparentada con la nobleza aragonesa y navarra. Tubo que luchar contra las convenciones de una época y esquivar las zancadillas de las entidades que manejaban la educación, como la mesa de Aránzazu o las escuelas de migas.

Su madre, apunta Alonso, será quien le contagia la inquietud por el saber. «Centra a sus hijos en el estudio y la lectura. Rehuye la vida de lujo y opulencia, demuestra una tremenda empatía por los menos favorecidos y centra su objetivo en fundar un colegio en México para que niñas pobres e indígenas puedan estudiar».

El relato «María Azlor, una vida entre las dos españas»

La novela arranca con el viaje que María Azlor emprende con apenas 20 años rumbo a España y su llegada a Cadiz, «donde no encuentra lo que espera», avanza la autora. En Zaragoza tendrá que hacer frente a la incomprensión a su propósito, deberá sobreponerse a la muerte de sus padres y a la soledad que le provoca la boda de su hermana antes que el destino le acerque hasta Tudela.

Tudela no era una desconocida para la protagonista. Su madre le había hablado de las «monjas maestras de Tudela». Además seis años antes, en 1731, Petronila de Aperregui había iniciado un intenso trabajo en el convento de la Compañía de María que, en años posteriores le llevaría a convertirse en la semilla de nuevos colegios tanto por la península como en ultramar.

María Azlor llega a ese inquieto convento y el 24 de septiembre de 1742, en la capital toma los hábitos. La intensidad que se vive en el colegio de Tudela es clave para su propósito. Ve cómo desde Tudela se funda el colegio de Zaragoza, un acicate más en su objetivo de crear el colegio en ultramar, propósito que le llevará a realizar el viaje de vuelta junto a otras 11 religiosas.

«No conozco a otra mujer en la historia que haya hecho tanto por la vida de las mujeres»

La autora no tiene ninguna duda que es a partir de María Azlor cuando la mujer entra en la educación y comienza a tener un papel mas relevante en la sociedad. «No conozco a otra mujer en la historia que haya hecho tanto por la vida de las mujeres. Fue una precursora, no solo en la educación, si no en su papel social, una criolla que se adelantó 50 años al discurso de Campomanes».

«Dio muchísimo a la mujer en sudamérica», reivindica Alonso que reconoce la admiración que ha sentido al descubrir la historia de este personaje tan vinculado a Tudela. «La vida de María Azlor nos deja un mensaje muy claro. No hay que rendirse nunca por muy difícil que te lo ponga la vida sobre todo si el objetivo que se tiene es el de ayudar a los demás».

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