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José Antonio Cuadal, vecino de la localidad aragonesa de Mallén y profesor de educación física y coordinador TIC del CEIP Campo de Borja, está revolucionando el mundo editorial educativo con su libro ‘Turno de recreo. Los siete pecados capitales de la educación», con el que acaba de sacar su segunda edición
Se trata de un trabajo en el que se pone de manifiesto, tal y como indica el autor, «las consecuencias del bullying; la avaricia de los programas bilingües todo a cien ;la lujuria de los pines parentales; la pereza educativa de los padres permisivos; la soberbia de los docentes Teacher Prize; la gula de la exigente titulitis; o la envidia hacia los modelos educativos nórdicos».
El profesor pone los puntos sobre las íes en todo su discurso. «El que escribe o habla y no molesta a nadie es que no ha dicho nada. Tras 20 años como maestro, escribo en mi blog ‘Turno de recreo’, germen del libro, sobre los problemas del día a día en la educación. Y algún que otro disgustillo me he llevado por mis opiniones». Además, no duda en explicar que «los mensajes que lanzan los medios de los llamados ‘expertos’ en educación están muy alejados de la realidad de nuestras aulas y de nuestros cuartos de estar».
La experiencia acumulada le permite ver las cosas con una óptica diferente. «Me asusta la exagerada burbuja de proteccionismo que se ha generado en torno a la infancia. Con nuestros miedos, la pereza y las prisas, no dejamos hacer nada a los niños. Ahora que se habla tanto de competencias, a nivel de autonomía, estamos criando a las generaciones con menos capacidades para gestionar su frustración».
La pandemia por la Covid-19 ha puesto contra las cuerdas la vuelta al cole. «Gracias a las videoconferencias, el confinamiento estrechó las relaciones entre familias, alumnos y docentes, humanizó la educación. Y me da miedo que todo esto se dinamite por las tensiones. Pero, había que a abrir los coles. A partir de ahí, todo docente debe llevar en su mochila la reivindicación, eso mejora la calidad de enseñanza de sus alumnos», comenta.
Mucho se habla de la brecha digital y la escuela rural y José Antonio Cuadal coincide en que caminan juntas. «Los alumnos desfavorecidos que han evidenciado esa brecha ya estaban en la escuela antes del confinamiento. No es que no tengan ordenadores, es que van a la escuela con las mochilas rotas, sin material… ¿Y nos damos cuenta ahora?», se pregunta.
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