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Navarra Suma llevó al debate del pleno municipal una iniciativa para trasladar al Gobierno de Navarra su malestar y su disconformidad por no incluir una partida para financiarlas obras de reforma del Estadio Municipal «Ciudad de Tudela» y en la que, además, reclama una partida nominativa a favor del Ayuntamiento de Tudela por importe de 2 millones de euros con el fin de financiar, parcialmente, las obras de reforma del estadio de fútbol.
La concejal de deportes, Irune García, reconoció que desde su construcción «no se han acometido grandes actuaciones, por lo que nos encontramos actualmente con un estadio obsoleto, con gran parte del graderío cerrado por ruina, unos baños y vestuarios que tienen más de 40 años insalubres, un escaso e inadecuado alumbrado y con graves problemas de accesibilidad y seguridad, sin hablar del confort de los deportistas o de los espectadores».
Uno de los argumentos que expuso García para su reforma, recordó, «es dotar al estadio “Ciudad de Tudela” de césped artificial, va a suponer que el Ayuntamiento de Tudela disponga de una instalación moderna y equipada, en la que podrán organizarse otras muchas actividades como conciertos, festivales de música, campus deportivos, exposiciones, promociones industríales o comerciales de la ciudad, etc».
A la propuesta del equipo de gobierno le bastaron los votos de sus concejales para salir adelante pese a la abstención de Izquierda-Ezkerra y el rechazo del PSN-PSOE. El portavoz de esta formación, Ángel Sanz, se mostró sorprendido por las peticiones de Navarra Suma «cuando la situación actual es fruto de una dejación que se remonta muchos años atrás en los que ha habido falta de inversión para las mejoras que demandaban».
Sanz recordó que la propuesta de llevar adelante la reforma del estadio es una decisión «unilateral» del equipo de gobierno. «No han tenido en cuenta a la oposición y en su presupuesto incluyeron una partida de 325.000 euros procedentes de una subvención que no sabían si les iban a conceder y sin presentar ni siquiera un informe en profundidad que ofrezca una solución definitiva y real para una obra de esta envergadura que saben que no pueden llevar a cabo solo con financiación municipal».
Por su parte, la concejal de Izquerda Ezkerra, Olga Risueño, compartió con el equipo de gobierno la situación «calamitosa» en la que se encuentra el estadio pero no compartió muchos de los argumentos expuestos por la concejal de Deportes, Irune García. «No les decimos que no haya que reformar el estadio pero no es el único deporte que necesita inversión. También es necesaria la ayuda del Gobierno para financiar la instalación, pero para ello es necesario que haya un proyecto que diga cuál es el coste final. Vemos la necesidad de invertir en esta instalación una vez que han tomado esta decisión. Creemos que no hay otra solución viable. También apostamos para que el Gobierno de Navara invierta, pero la financiación externa no se hace con listas de deseos, si no con trabajos, proyectos, concretos y planificación. Deben trabajar para que el próximo año haya dinero», concluyó.
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