El director Sam Levinson aprovechó la interrupción del rodaje de la serie Euphoria, -a causa del covid -19-, para rodar este film en colaboración con la musa de la serie, Zendaya. El film ha saltado directamente a Netflix que invirtió en la producción, asegurándose la plataforma a su fiel y pagadora clientela. La historia narra el incidente de un director de cine al volver a casa, ya que en los agradecimientos ignora a su pareja sobre la que se inspira el film, desencadenando una violenta discusión. Los protagonistas son: Zendaya y John David Washington.
Malcolm (John David Washington), regresa a casa después de recoger un premio por una película que narra la vida de una mujer rehabilitada después de su adicción a las drogas. En los reconocimientos, omite dar las gracias a su pareja, Marie (Zendaya), una mujer insegura que se siente ignorada, ya que el personaje del film de Malcolm, se inspira en su vida. Marie, escucha silenciosa el monólogo de Malcolm, el cuál atiza a los críticos de cine, y a todo aquel que no aprecia su obra.
En un momento, ella le recrimina no haberla mencionado en los agradecimientos. A partir de ese instante, se suceden los reproches, las descalificaciones, donde él la golpea en su autoestima, y ella le acusa de ser un puro ególatra. Después de este asalto, se reconcilian, pero de nuevo se suceden los ataques, apareciendo los delgados hilos que sostienen su relación de pareja.
El director de Assassination traspasa la frontera de lo que evocaría una representación teatral, gracias a los movimientos de cámara, a la excelente fotografía de Marcell Rév, y a la dirección de sus actores. Levinson expone a través de sus personajes temas como: la hipocresía de Hollywood, el papel de los críticos, el racismo, las relaciones personales. A pesar de la excelente interpretación de los actores, la narración presenta discontinuidad entre cada asalto dialéctico donde los personajes entran, salen a fumar, discuten, y vuelta a empezar. Además del excesivo metraje, el ring de la confrontación, una casa de diseño, destila un aire de envoltorio de revista donde los protagonistas no sólo discuten, lanzan sus soflamas a veces impostadas, sino que parecen posar, restando cierta verosimilitud al drama.
Zendaya a sus 24 años, deslumbra por su naturalidad, por su talento interpretativo. John David Washington le da réplica a Zendaya, aunque no con el brillo de la ganadora más joven de un Emmy.
Un film que muestra las delgadas vigas sobre las que se sustentan muchas relaciones de pareja, además de atizar a la industria del cine y a sus críticos. Una obra a ratos mordaz, arrolladora, en otros, pretenciosa, reiterativa, desde luego lo que no deja es indiferente.