Luis Sancho, alcalde de Murchante, durante la procesión de San Roque del pasado año
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Murchante ha vivido una semana extraña en la que los vecinos han tenido que cambiar unos días de fiesta y celebración en honor a San Roque por estos días de “nueva normalidad” que han dejado a la ribera sin vestir de blanco y rojo.

El alcalde de Murchante, Luis Sancho reconoce que la suspensión de las fiestas era algo inimaginable para todo el mundo “ha habido que tomar decisiones amparados por las directrices de Sanidad del Gobierno de Navarra y adecuarnos a los horarios impuestos de cierre de la hostelería. Decisiones duras, pero que son inevitables”, reconoce el primer edil.

Reconoce que el primer día no faltó el ambiente en las calles sobre todo por parte de los más jóvenes, “algo a lo que creo que no hay que darle mayor importancia. pero el resto de los días han sido de absoluta normalidad. Desde el ayuntamiento no se ha organizado nada tal y como se dijo”, recuerda.

En este sentido, Sancho valora positivamente el comportamiento vecinal. “La respuesta ha sido muy satisfactoria en un porcentaje muy alto de la población y la gente ha respondido muy bien. Hemos estado muy tranquilos y con poca gente en la calle”.
Pese a todo estos días ha resultado inevitable echar de menos el gran ambiente que se forma en las calles de la localidad en estos días de agosto. “Siento mucho que este año los vecinos no hayan tenido ese derecho al disfrute de las fiestas, porque creo que es algo que se merecen después de un año de trabajo y esfuerzo y sobre todo en éste. Con el tema del confinamiento y todas sus consecuencias económicas todavía lo merecían más”.

El aspecto económico que están dejando las suspensión de las fiestas es otra de las cuestiones de las que no se olvida Sancho. “Las fiestas de Murchante atraen a mucha gente de toda la ribera y se les echa en falta. El aspecto económico y la repercusión que tienen las fiestas en un pueblo es muy importante y me acuerdo de hosteleros, restaurantes, comercio textil de venta de ropa de fiestas, carnicerías… toda esa actividad se ha paralizado y habrá que esperar a que vengan tiempos mejores y que sanitariamente nos vayamos apoderando de la pandemia”.

“Este año lo que toca es responsabilidad, salud y solidaridad”

En el momento de esta entrevista, Sancho valora los datos de incidencia por la enfermedad del coronavirus en Murchante como “aceptables” dentro del contexto que se vive en Navarra y respecto a la incidencia que se da en otras localidades. Si que le preocupa, reconoce, lo que pueda pasar después de estas semanas. “Los bares, las peñas están cerrados por las noches pero la gente se busca la vida en campos y huertos. Espero y, sobre todo, deseo, que no haya mayor incidencia porque son cuestiones que ya se escapan del ámbito municipal. Para eso es fundamental que no bajemos la guardia. Nunca me ha gustado el término no fiestas, prefiero y digo que las fiestas están suspendidad porque este año no toca, lo que toca es responsabilidad, salud y solidaridad”, comenta el alcalde murchantino.

Pintadas y amenazas

Luis Sancho ha vivido en primera persona las amenazas y la incomprensión de quienes no aceptan la situación creada por la pandemia de la covid-19. “En Murchante hemos tenido la mala suerte de padecer unos actos que creo que han ido más allá del vandalismo y me da pena porque la persona o las personas que han hecho esto demuestran que no tienen ninguna conciencia de lo que nos estamos jugando como sociedad. En Murchante la gente está indignada, no podemos poner en riesgo las vidas de otras personas, faltar el respeto a los creyentes y en mi caso particular, que se me amenace de esta manera. Por fortuna me he sentido muy apoyado a nivel institucional, por parte de compañeros, alcaldes y, lo que para mí es más importante, por los vecinos de mi pueblo”, concluye Sancho.