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Sancho VII el Fuerte, Miguel Servet o el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha se han dejado ver por la Ribera de Navarra en las últimas semanas compartiendo protagonismo en distintos espectáculos y volviendo a recrear para el público sus historias, aventuras y desventuras.
El encargado de dar vida a estos personajes históricos y literarios ha sido un actor murchantino, Lucas Eza, al que su faceta artística no deja de depararle sorpresas y alegrías en los últimos meses en los que ha encabezando diversos proyectos.
Eza se embarcó en la interpretación hace 30 años de la mano del Grupo Alhama Teatro, de Corella, donde terminó por afianzar una afición que había comenzado en pequeños festivales en su localidad. «Tenía unos amigos en Corella que sabían que me gustaba el teatro. Un día me prepararon una encerrona. Me llevaron a un local con la excusa de ver una cosa interesante y cuando llegué me encontré con el resto del grupo al que ya me presentaron como el nuevo. Me dieron un guion y 30 años sin parar», recuerda.
A lo largo de estos años se ha metido en la piel de infinidad de personajes porque, asegura, le gustan todos. «Recuerdo mucho a Fermín, el mayordomo de «Eloísa está debajo de un almendro«, ya que fue un personaje que me hizo crecer mucho y con el que disfruté mucho, y me están encantando los personajes que interpreto en San Nicolás, que me están permitiendo contar la historia de Tudela a través de ellos, algo que enriquece mucho como actor y que el público agradece muchísimo», comenta. «Con Sancho el Fuerte me lo paso muy bien, pero el personaje de Miguel Servet es para mí un reto mayor. Es más técnico, con fechas, nombres… y eso de meterte en la piel de alguien al que quemaron vivo en la hoguera por incomprendido me emociona», asegura.
El pasado verano el destino quiso que interpretara a Luis Gil Lasheras en «La Revolvedera» y su último proyecto ha sido «El Quijote, lo que no contó Miguel», un proyecto personal en cuya creación se ha involucrado de principio a fin, elaborando los textos que luego interpreta dando vida al genial personaje de Cervantes. «Es el juguetico que me han traído los Reyes Magos. Una creación propia a la que le he puesto todo el cariño del mundo, que estoy disfrutando y que que voy a disfrutar. Es una historia original, en la que Quijote cuenta su propia historia contraponiendo la versión que Cervantes ha dado de su vida y que el ingenioso hidalgo no comparte. Creo que es un personaje que hace disfrutar mucho», asegura, y con el que espera recorrer pueblos y casas de cultura.
El teatro también le ha abierto la puerta a nuevos proyectos. Ha debutado en la gran pantalla en cortometrajes y largometrajes como «No tengas miedo» de Montxo Armendáriz, también en «La promesa» de Terry George, interpreta un pequeño papel en «Surcos» de Julio Mazarico, y recientemente lo hemos podido ver en las películas de Manuel Serrano «Victoria 20-30» y «Ahora vida», donde interpreta a Agustín Sanchís, un médico jubilado.
Por si fuera poco, Eza cultiva también una faceta literaria. En breve verá la luz un poemario que llega de la mano editorial de Los papeles del Duende y al que la escasez de papel ha retrasado su aparición y trabaja en un par de novelas empezadas que espera que un día vean la luz. Reconoce que afronta una etapa de mucha confianza. «A los artistas la duda nos mata, el miedo de no ser capaz, pero estoy recibiendo buenas críticas y eso te aporta mucha seguridad», concluye.
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